Flavio Araneda Hidalgo / resumen.cl

Al mediodía de este jueves, la Federación Nacional de Trabajadores de la Salud de Concepción (Fenats), la Escuela Crítica de Salud y la Mesa Territorial de Salud Talcahuano realizaron una manifestación en el frontis del Hospital Regional Guillermo Grant Benavente de Concepción. La acción buscaba explicar las diversas causas de la crisis que vive la salud pública chilena.

Según las últimas informaciones, cerca de 25.000 personas fallecieron en 2016 mientras se encontraban en esperando atención médica en el sector público. El presidente de la Fenats del Hospital Regional, Jorge Figueroa, se refirió a estos hechos: “tenemos una tremenda lista de espera, sólo en el sector de Oftalmología hay 1.374 personas esperando ser atendidas”. Al respecto, la estudiante de Obstetricia en la Universidad de Concepción e integrante de Escuela Crítica de Salud, Melisa Santibáñez, estableció que “el colapso de todo el sector público es evidente en infraestructura, la falta de especialistas e instrumentos de trabajo. Pese a esto el sector privado sigue creciendo a través de la compra de servicios, las derivaciones GES y concesiones hospitalarias”.

De cada 4 pesos destinados a salud por el Estado, 2,9 se van al sector privado y sólo 1 al sector público. Esto explica las ingentes ganancias de las empresas privadas de salud, como es el caso de las Isapre, que el primer semestre de 2017 obtuvieron utilidades de 55.646 millones de pesos, lo que representa un 135,8% más que lo obtenido en todo el período de 2016.

Es preciso detallar que las utilidades del sistema en su conjunto son mucho mayores, en tanto buena parte de los ingresos no terminan en las Isapre, sino en la red de prestadoras de servicios, como las clínicas, que además perciben ingresos por la compra de servicios por parte del sistema público. Esto se refleja en que, por ejemplo, las utilidades del holding Banmedica, durante el 2013, llegaron a los $48.702 millones, de los cuales 15 mil millones corresponden a las Isapre del grupo y 27 mil millones a las utilidades de las clínicas.

Es esta realidad, la que es urgente transformar, manifestaron los organizadores en la entrada del Hospital Regional, ante lo cual una paciente, Susana Vásquez, declaró a Resumen: “mi esposo estuvo dos años esperando una cirugía a la cadera, lamentablemente falleció en marzo de este año esperando ser atendido. Esta situación no da para más, sólo exigimos un trato digno y humano”.