[resumen.cl] Abraham Moraga (1995) es un joven poblador del sector sur de la ciudad de Coronel, trabajador eventual (“pinchero”) en el puerto de Coronel, como muchos coronelinos es hijo de un ex minero de Schwager y lleva consigo la historia de los obreros del carbón.
Desde el 2011 y hasta el 2013 Abraham se destacó como dirigente secundario en el Liceo de Coronel, desde ese momento nace el compromiso social y -junto con ello- el rescate de la rica historia de lucha del ex puerto minero de Coronel. Durante estos años ha sido parte de diversos proyectos como el Centro Cultural “Andalican”, desde donde se levanto el preuniversitario “Eulogio Fritz”.
El pasado viernes más de 50 personas llegaron hasta el ex cine de Coronel, actual Centro Cultural, para presenciar el lanzamiento del libro “Campamento Luis Emilio Recabarren” (Nahuel Edit. / 67 paginas) del cual Abraham es autor, el texto recoge la historia de un toma de terreno organizada por el Movimiento de Pobladores Revolucionarios (MPR) en el sector sur de Coronel, el día jueves 2 de diciembre de 1971.
Pobladores, antiguos militantes de izquierda, jóvenes estudiantes, profesores y público general se dieron cita en este evento bastante especial, ya que pretende recoger la historia por lo general nunca contada, la historia de los pobres. Realizaron la presentación dos jóvenes licenciados en historia, un coronelino y un tomecino, quienes pusieron en valor la obra, que rescata un momento histórico que marca la vida social de nuestro país hasta nuestros días. Se presentó además un numero musical a cargo de una niña de la orquesta juvenil de Coronel Natalia Vigueras Reyes (10 años), quien interpreto tres temas de musica popular chilena en violín.
Desde la década del 50, son múltiples las tomas que se desarrollan en la Provincia de Concepción, derivadas de la necesidad de vivienda generada por la enorme migración del campo a la ciudad provocada, a su vez, por el proceso de industrialización del país y, en especial, de nuestra provincia. Ello quedó ilustrado en “Población Esperanza”, obra de teatro, escrita por Manuel Rojas e Isidora Aguirre y que fue el primer gran estreno del prestigiado Teatro Universitario de Concepción (TUC), la historia se inspiró en la "Población Libertad", del sector La Pampa de Concepción. De esa década son La Agüita de la Perdíz y la Colo Colo en Concepción; Alto Llacolén en San Pedro y la “18 de abril” y “La Libertad” en Talcahuano.
En los 60 este fenómeno se acrecentó en diversas comunas de la provincia, a finales de esa década comenzaron tomas con una clara identidad política y que buscaban cambiar la demanda de un derecho al Estado por el ejercicio directo de este derecho y la superación de las instituciones del Estado, en una forma de poder paralelo o “poder popular”, un ejemplo clásico en este sentido fueron “El campamento Lenin” en Talcahuano (8 de Mayo 1970), la “Ho Chi Minh” en Penco, “Luciano Cruz” en el sector Pedro de Valdivia en Concepción y, junto con ellas, la “Luis Emilio Recabarren” en Coronel (2 diciembre 1971).
La tremenda experiencia organizativa y de lucha desarrollada allí por los pobladores es escasamente recogida por los historiadores. Son muy pocas las poblaciones que cuentan con sus propias historias, algunas de las que la poseen son producto de la intervención de ONGs o Proyectos del propio Estado, a través de cuestionados programas de intervención como “Quiero mi Barrio”; es por ello el gran valor de este trabajo, que sin duda debiera extenderse a todos lo campamentos y tomas de terreno, algunas tan grandes como la Gabriela Mistral en Concepción, la Puerto Montt en Talcahuano, la Candelaria en San Pedro o La Fantasma en Coronel, cuya memoria permanece intervenida desde el golpe militar, cuando las nuevas autoridades instaladas por la fuerza borraron hasta el propio nombre de estos campamentos, sustituyéndolos por otros ideológicamente proclives al régimen dictatorial. Trabajos como el de este joven trabajador portuario ayudan a desatar la batalla de la memoria, una de las tantas batallas pendientes de nuestro pueblo y que es necesario dar para desterrar de los espacios públicos, de nuestras poblaciones, la mano cobarde y asesina de la dictadura cívico-militar.
