[resumen.cl] Debido a un alza considerable de casos en la provincia de Arauco, la mañana del miércoles 16 de septiembre, Minsal anunció cuarentena para Lebu, Curanilahue y Los Álamos a partir de las 05:00 de la mañana este viernes 18. Sin embargo, como una acción que se ha repetido a lo largo de la pandemia, las medidas anunciadas por las autoridades vuelven a llegar tarde.Por Kathia Cancino Rojas / resumen.cl
Según el informe epidemiológico más reciente elaborado por el Departamento de Estadísticas e Información de Salud (DEIS), actualmente hay 2.982 casos activos en la región del Bíobío. Es bajo este panorama que el Ministerio de Salud anunció cuarentenas totales para tres de las siete comunas pertenecientes a la provincia de Arauco, entre ellas Lebu, Curanilahue y Los Álamos.
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La comuna de Arauco, sin embargo, continúa funcionando con normalidad, pese a que hasta el pasado 13 de septiembre registraba una tasa de incidencia actual de 124,1 casos por cada 100.000 habitantes.
Al respecto, tanto Aldo Santibáñez Yáñez, presidente de la Confederación Nacional de Profesionales Universitarios de los Servicios de Salud (FENPRUSS), como Yesennia Rodríguez, coordinadora de Fenpruss Arauco, declaran mirar tal situación con incertidumbre, pues, en palabras de Yáñez: “Sabemos que hay tres comunas de tránsito hacia la comuna de Arauco producto del proyecto MAPA y nos parece que existe una doble mirada del Gobierno (...). Nosotros hemos hecho un llamado para que [éstos] asuman la responsabilidad y decreten cuarentena para toda la provincia si es que su intención es resguardar a la ciudadanía, porque nos parece que proyectos como MAPA pueden suspender sus obras mientras los contagios vayan en aumento”.
Lamentablemente, la lógica de las autoridades ha funcionado en pos del empresariado y la actividad económica más que del cuidado y protección de la ciudadanía. De esta manera, profesionales de la salud no sólo enfrentan un alza considerable en las cifras de coronavirus, sino que deberán lidiar con los resultados del probable aumento de contagios de COVID-19 tras el presente fin de semana largo.Tira y afloja: presupuestos insuficientes ante la crisis sanitaria
Iván Muñoz Pavéz y su familia residen en la comuna de Curanilahue, la que entró en cuarentena a las cinco de la mañana de este viernes. Ellos se ganan la vida día a día vendiendo comida y la nueva medida, si bien tardía pero necesaria, llega a poner un freno a su actividad laboral normal. Así es cómo, a pesar de recibir ayudas por parte del Gobierno, no tienen claridad respecto a una situación futura en caso de que las cuarentenas se desarrollen en un largo periodo de tiempo.
Esto puede repercutir en problemas de presupuesto para la familia debido a los imprevistos causados por la pandemia. Por supuesto, los Muñoz Pavéz no son los únicos que enfrentan o podrían, eventualmente, enfrentar problemas de presupuestos y sus derivados producto del covid-19; para los y las profesionales de salud, ésta situación es pan de cada día.
“Nosotros contamos con un presupuesto que no alcanza para toda la red de hospitales, donde a finales de junio, ya se había ocupado alrededor de un 85%”, así lo explica Yesennia Rodríguez, Coordinadora de la Fenpruss de la Provincia de Arauco, haciendo énfasis en que como profesionales han debido ingeniárselas para poder dar la pelea contra la enfermedad. “Esto ha llevado a los equipos a improvisar y a hacer gestiones dentro de la red hospitalaria pidiendo prestados algunos insumos, debido a que nuestras compras se retrasan por no financiamiento”. A día de hoy, su gasto en materiales médicos alcanza solo para lo justo, y al estrés generado por la poca inyección de capital al sistema público, se le suma el estrés por las extenuantes jornadas de trabajos realizadas por el personal.
Pese a que en julio se recibió una inyección presupuestaria que bordeó los 660 mil millones de pesos, significando un aumento de casi un 10% extra al presupuesto asignado para este año, el presidente de Fenpruss comenta que tardó en llegar, y que hoy más que nunca las y los trabajadores se enmarcan como uno de los puntos más necesarios: “Hemos mencionado con fuerza al Minsal que los esfuerzos humanos que han llegado producto de la pandemia se puedan mantener hasta diciembre, pero no ha habido una respuesta concreta, por lo tanto un gran número de personal terminarán sus contratos en septiembre”.
Además, no solo es necesario un aumento de personal e inyección financiera en materias de COVID-19, sino que existe una postergación en las tareas realizadas previas a la pandemia que deben ser recuperadas y reactivadas. Al respecto, Aldo señala que “para poder hacerlo, requerimos aparte del 10% extra del presupuesto, un 7 o 10% adicional, respondiendo así a las necesidades de salud que demanda la ciudadanía”. Por ello, durante los próximos días entregarán una propuesta al Gobierno solicitando lo necesario para poder asumir la demanda asistencial suspendida.
Las repentinas alzas en Curanilahue y el hospital de campaña cerrado
La semana pasada hubo un brusco aumento de positividad en la comuna de Curanilahue, donde los brotes en grupos familiares y en una forestal aledaña al sector se configuran como la principal causa. “En menos de una semana pasó a tener más de 100 casos activos”, indicó Rodríguez. De esta forma, las comunas que se encontraban en el paso tres del “Plan paso a paso” preparando una próxima reapertura comercial, retrocedieron de golpe con medidas que llegan dos semanas tarde, según los requerimientos de Fenpruss.
Aunque el problema más grave que enfrentan como profesionales, obviando el alza repentina, es la precaria red de salud de la provincia, donde el Hospital de Curanilahue se constituye como un servicio hospitalario de mediana complejidad que, previo a la pandemia, no contaba ni con camas críticas ni con escáner. A día de hoy, debido a las múltiples deficiencias de la red, han debido reconvertir camas pediátricas para realizar hospitalizaciones y ya se encuentran con un 85% de camas ocupadas.
Bajo este escenario, se instaló un hospital de emergencia financiado por la empresa Celulosa Arauco que pretendió paliar la carga asistencial del sistema público. Desde FENPRUSS, la mirada es crítica pues su instalación no apuntó a amortiguar la propagación de la COVID-19 inyectando recursos a servicios primarios, sino a sostener la red con camas para hospitalizaciones. Lamentablemente, sin mediar explicación alguna por parte de directivos de la compañía, el hospital de emergencia cerró sus puertas el 31 de agosto, en pleno aumento de contagios, derivando a sus pacientes hospitalizados a sus lugares de origen y colapsando aún más la red pública.
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Desde la Confederación, hacen un llamado a las autoridades en pos del diálogo para generar respuestas efectivas a los requerimientos de los y las trabajadoras de salud, donde la inyección de recursos tanto financieros como humanos son de suma importancia para brindar una atención oportuna y de calidad al público. Asimismo, recalcan la necesidad de fortalecer las medidas sanitarias en la comuna de Arauco, insistiendo en que toda política pública debe ser preventiva y no reactiva, donde la lógica de empresariado por sobre bienestar público debe ser fuertemente cuestionada, replanteada y eliminada.
Imagen principal: Cerro Colo Colo y Golfo de Arauco