En el coloquio se celebró, además, el 52 aniversario de la creación de esa agencia por sus compatriotas Ernesto “Ché” Guevara” y Jorge Ricardo Masetti, quienes, como él, se hicieron cubanos en el quehacer revolucionario y se proyectaron internacionalistas en sentimientos y acciones.
Fue imposible resumir en un par de horas la historia de “El Flaco”, quien falleciera en mayo pasado ya entrado en su séptima década de vida, aunque los presentes lo intentaron. Incluso compareció uno geográficamente distante, el uruguayo radicado en Venezuela Rubén Aram Aharoniam, quien apuntó fragmentos de su compartir juntos en coberturas y avatares periodísticos.
Se le recordó en momentos críticos, como cuando era jefe de la oficina de PL en Chile durante el golpe de estado a Salvador Allende (con quien jugó ajedrez alguna vez, algo inédito en los anales del periodismo) o por el despliegue de iniciativas durante la visita a ese país del líder cubano, Fidel Castro.
Se habló de su labor siempre destacada en innumerables países y ocasiones, su constante y natural magisterio –predicando con el ejemplo-, su personalidad tan amplia que podía ser ocurrente y bromista al tiempo que exigente y hasta cascarrabias cuando las cosas no salían bien.
Sus enseñazas en la edición, su rapidez en la redacción, su sagacidad ante los acontecimientos, sus constantes aportes en campos tan variados como el cine, la literatura y el activismo político fueron objeto de ejemplos expuestos por testigos de su intensa carrera como hombre de ideas y de acción.
En presencia de su viuda y uno de sus hijos, los recuerdos hicieron hincapié en las excelencias de Timossi como ser humano, amigo, educador y realizador de un periodismo revolucionario, “alternativo y conspirativo”, para quien “dudar e ir más allá” era condición de su profesionalidad.
Un compañero de muchas batallas como Luis Báez, otro Premio nacional de Periodismo, subrayó “la lealtad de Timossi a Fidel y el cariño de Fidel hacia Timossi”.
Inspirador por su físico y personalidad del famoso Felipito, del humorista argentino Quino, este intelectual que dedicó sus años más recientes al mundo editorial dejó numerosos libros como expresión de su multifacética inquietud: desde ensayos y poesía hasta relatos de sus muchas vivencias.
Los presentes sugirieron que su quehacer sea recogido para contribuir a la formación de las nuevas generaciones de periodistas cubanos y latinoamericanos, como parte del frondoso bosque creador que constituye el imaginario del periodismo en nuestra región y condiciones.
El presidente de la UPEC, Tubal Páez, sintetizó lo expresado convocando a no sólo recordar a Jorge Timossi, sino a imitarlo, a “convertir su ejemplo en acicate, aspiración y meta del periodismo revolucionario”.