[resumen.cl] El enclave español de Ceuta en el norte África es la pieza que está usando el reino de Marruecos para presionar al reino de España -señalan desde la península ibérica-, permitiendo el ingreso de miles de refugiados a ese territorio como respuesta a la negativa del gobierno europeo de entregar al líder del Frente Polisario de Liberación Nacional, agrupación que lucha por la soberanía del pueblo saharaui en territorios ocupados por Marruecos.
Unos 8.000 migrantes de Marruecos nadaron hasta el enclave español norteafricano de Ceuta, durante el fin de semana, y de estos 4 mil fueron devueltos por la policía española en la zona.
“Nunca había visto una situación como ésta, no tiene precedentes, nunca me he sentido tan frustrado y triste”, dijo este martes el presidente de Ceuta, Juan Jesús Vivas, a la emisora española TVE, agregando que “Esta es una situación caótica, tan caótica que no podemos decir el número exacto de migrantes en este momento”.
La Cruz Roja ha estado ayudando a los migrantes con ropa seca, mantas y comida en este enclave del reino de España con una población de 84 mil colonos y que pertenece a la Unión Europea, separadas por vayas y militares para impedir la entrada de inmigrantes desde Marruecos.
La relación entre los reinos de España y Marruecos
España y Marruecos han gozado históricamente de una buena relación diplomática y de importantes lazos comerciales, incluso en el resguardo de las fronteras de los enclaves españoles de Ceuta y Melilla, colindantes a su territorio.
Entonces, ¿por qué España los acusa de haber dejado entrar 8 mil personas a una comunidad de 30 mil habitantes?. La respuesta tiene que ver con la República Árabe Saharaui Democrática, un territorio que fue hasta la década de los 70 una colonia española en el Sahara Occidental y que, tras la retirada del ejército del país europeo, fue ocupado inmediatamente por Marruecos, dejando al pueblo saharaui sin posibilidad de autodeterminación y soberanía nacional.
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Las tensiones comenzaron en abril, cuando Brahim Ghali, líder del Frente Polisario, ingresó en un hospital de España, y desde entonces Marruecos exige su entrega para ser juzgado.
Ante la negativa del gobierno europeo, el reino de Marruecos advirtió que habría consecuencias, pese a que el Gobierno de Pedro Sánchez aseguró que su atención responde a "razones estrictamente humanitarias, para que pudiese recibir asistencia sanitaria", poco después Marruecos elevaba la presión al advertir directamente de que se trataba de una "decisión soberana de España" de la que tomaban nota y que tendría "todas las consecuencias".
Pese a haber relajado el resguardo de las fronteras en Ceuta, la policía marroquí volvió a sellar este miércoles el paso fronterizo de Tarajal e interrumpió el éxodo migratorio.
El Frente Polisario y la Guerra de Liberación del Pueblo saharahui
El 20 de mayo de 1973, fuerzas militares españolas se ven sorprendidas por un ataque guerrillero, era la primera experiencia de lucha guerrillera en el desierto a nivel mundial.
Unos días antes, 10 de mayo de 1973, en la localidad de Zouérate, Mauritania, un grupo de jóvenes Saharauis habían fundado el Frente Polisario, un acrónimo en castellano, Frente Popular por la Liberación de Saguía el Hamra y Río de Oro, antiguas colonias españolas en el Sahara occidental africano. El Polisario era el heredero del antiguo Movimiento para la Liberación del Sahara, surgido en los años 60 quien fue prácticamente aniquilado por el ejército español tras el levantamiento de la ciudad de El Aaiún el 17 de junio de 1970.
Tras la retirada española y la invasión de Mauritania y Marruecos del ex Sahara Español, el Frente Polisario continuó la lucha contra las fuerzas de ocupación, apoyado principalmente desde Argelia. En 1975 una misión de la Naciones Unidas había reconocido al Polisario como fuerza beligerante en la zona.
El 27 de febrero de 1976, el Polisario proclama desde Bir Lehlu (Sahara Occidental) la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) y a El Uali como su primer presidente. El 8 de junio de 1976, alrededor de 200 guerrilleros atacan Nuakchot, capital de Mauritania, después de haber recorrido más de 1000 km por el desierto, El Uali estaba entre ellos, y muere al día siguiente en la retirada.
El 5 de agosto de 1979 que Mauritania cede su parte del Sahara Occidental al Frente Polisario, pero el pacto no es reconocido por Marruecos, que invade este territorio el 11 de agosto de 1979. A raíz de este hecho la ONU aprueba una resolución en la que reconoce al Frente Polisario como el legítimo representante del pueblo saharaui, mientras que considera a Marruecos como una potencia ocupante.
A partir de 1981 Marruecos desarrolla la estrategia militar de construir una serie de ocho muros en el desierto, con una longitud de más de 2000 km, sembrado con millones de minas, que impide la movilidad de los guerrilleros saharauis, cortando el territorio, pero que no logran detener al Polisario, hasta el 6 de septiembre de 1991, año en que Marruecos y el Frente aceptan un alto al fuego, mientras una Misión de Naciones Unidas para el referendo en el Sahara Occidental (MINURSO) es el organismo encargado de velar por el alto el fuego y preparar la consulta, cuya celebración se preveía para 1992 y que hasta el día de hoy no ha sido celebrado.
La RASD es miembro fundador de la Unión Africana, es reconocido como Estado soberano por 85 países del mundo, la mayoría africanos, algunos latinoamericanos como Cuba, Panamá, Nicaragua, Uruguay y Venezuela, mantienen embajadas, otros tantos reconocen al Frente Polisario como representante del Pueblo Saharaui.
Una reactivación del conflicto se ha vivido este año. El 9 de noviembre de 2020 el Polisario denuncia que Marruecos está concentrando fuerzas a la zona del paso de Guerguerat y avisa de que responderá «con firmeza a cualquier agresión».
El pasado sábado 14 de noviembre de 2020, unidades militares marroquíes dispararon contra manifestantes saharáuis cuando éstos protestaban y bloqueaban el paso por una vía comercial del paso fronterizo de Guerguerat. A raíz de este hecho, el Frente Polisario declara roto el alto el fuego pactado en 1991 y el inicio de «una nueva guerra total en la región».