[resumen.cl] Esta tarde se desarrolló una concentración en el centro de Concepción en repudio al asesinato de la activista ambiental Macarena Valdés en Liquiñe en la comuna de Panguipulli en agosto de 2016.
Hacia las 19:00 hrs manifestantes comenzaron a agruparse en la Plaza de Tribunales y posteriormente intentaron marchar hacia el paseo peatonal. Sin embargo fueron reprimidos por un fuerte contingente de carros lanza-aguas y lanza-gases y piquetes de FF.EE. que les impidió el paso.
Minutos después, de desarrollaron barricadas en la intersección de Janequeo o con Maipú.
Autopsia descartó suicidio
Este 16 de enero, el especialista en peritajes Luis Ravanal señaló a Radio y Diario Universidad de Chile que “No habían signos que demostrasen que se tratase de un ahorcamiento en vida, es decir, en el área más importante que es el cuello, que es donde una persona cuando está con vida se lesiona producto del ahorcamiento. En estas circunstancias siempre va a tener signos de vitalidad, signos de hemorragia, lesiones en los tejidos, en los órganos, lo que no ocurre en un cadáver, donde estos signos están ausentes, cuando se suspende o cuando se trata de simular un ahorcamiento. Concretamente, a través de la autopsia y reitero a través de la confirmación del estudio histológico se demuestra que no hay signos de vitalidad, es decir, no hay signos que demuestren que el cuerpo se haya suspendido a través del ahorcamiento estando con vida, eso evidentemente genera una evidencia que se contrapone a la información oficial respecto a que se trataría de un ahorcamiento de tipo suicida, como lo ha señalado el Servicio Médico Legal” señaló agregando que la investigación del SML fue "incompleta"
En septiembre, el sitio web del poder judicial había informado que el Juzgado de Letras, Familia y Garantía de Panguipulli autorizó la exhumación del cuerpo de Macarena Valdés Muñoz, quien fue encontrada fallecida por uno de sus cuatro hijos, colgada desde la estructura de su propia casa.
Este trágico hallazgo ocurrió el 22 de agosto de 2016, en la comunidad mapuche Newen de Tranguil, sector de Liquiñe de la comuna de Panguipulli, región de los Ríos. Como ha explicado la periodista Lucía Sepúlveda, su muerte ocurrió «en el contexto de resistencia contra un proyecto de central hidroeléctrica de paso de la empresa austríaca RPG Global Chile, cofinanciado por el Banco BICE, en una zona turística, donde, sin embargo hay concesiones mineras. Como afectada, Macarena formaba parte de esta lucha territorial, junto a Rubén Collío [su pareja], vocero de su comunidad. Dos días antes del hecho, contratistas de RPG presionaron a la señora Mónica Pailamilla para que expulsara a los Collio del lugar, ya que ella es dueña del terreno donde la familia Collio vive, puesto que si Rubén no abandonaba el lugar, “algo muy malo podría pasarles”».
De acuerdo a esta reportera, «los antecedentes entregados por Rubén Collío apuntan a que en Chile se cometió el pasado 22 de agosto un femicidio empresarial… La muerte de Macarena Valdés, es en este contexto un montaje criminal para notificar a las comunidades de Panguipulli (donde hay 8 proyectos de centrales) y a todas las de la Región de los Ríos que deben bajar la resistencia a la construcción de las decenas de centrales hidroeléctricas allí proyectadas, y abandonar la defensa del agua y de su territorio ancestral… Las irregularidades del proyecto de RP Global habían sido puestas en conocimiento de la Superintendencia del Medio Ambiente (SMA) por Rubén Collío. Como ingeniero ambiental él objetó que no se hiciera Estudio de Impacto Ambiental para la obra y su cableado y que no se realizara la Consulta Indígena a la población directamente afectada».
En aquella oportunidad su familia había informado de la emisión de un informe forense, en el cual se establecía que no era correcto descartar la participación de terceras personas en su muerte, en tanto «el surco del cuello que presentaba es característico de una persona que fue colgada después de muerta». Por otra parte, el lunes 14 de agosto, la familia Collío Valdés, junto a más de treinta organizaciones, entre ellas la Coordinadora Justicia para Macarena Valdés, habían presentado los antecedentes referidos a su no esclarecida muerte ante Naciones Unidas, para que fueran revisados por la Relatoría de Ejecuciones Extrajudiciales, Sumarias o Arbitrarias.