[resumen.cl] Revista Historia en Movimiento es una publicación creada por estudiantes de historia de la Universidad de Concepción. Con una trayectoria de ya 3 años en la que han podido publicar 3 números, los integrantes del equipo editorial buscan “sumar esfuerzos a la tarea de construir un conocimiento histórico latinoamericano, de la lucha social y política impulsada por los diversos y distintos sujetos históricos del continente”
Resumen conversó en Concepción con el Director de la Revista, Cristián Suazo quien explica “Ahora soy el director, pero cuando empezamos el primer número solo teníamos un equipo de trabajo (…) una vez que la revista fue avanzando vimos la necesidad de ir dividiendo roles para distribuirnos las tareas.“
¿Nace como una revista de estudiantes?
Si, de hecho ese es su carácter. Nace el segundo semestre del año 2012 y ahí nos motivamos, siendo estudiantes de historia, nos motivamos con un trabajo serio en cuanto a la producción de conocimiento y en cuanto a la difusión.
Para una persona que no está interiorizada en el tema ¿cómo se entienden esas motivaciones?¿Qué busca una Revista de Historia?
Si bien la revista es de estudiantes de historia, surge dentro del Departamento de Historia [de la Universidad de Concepción] y tiene un carácter académico en ese sentido, siempre la hicimos pensando en llegar al mundo social y específicamente al campo obrero o popular. Pero sabíamos que eso no era nada fácil y que es difícil que en las poblaciones o un trabajador la lea, producto también del lenguaje que utiliza la historiografía. Pero descubrimos cuando presentamos la revista en Santiago, en octubre del 2012, que la forma de hacerlo era a través de las organizaciones sociales y políticas de distintos territorios.
A pesar de lo difícil que ha sido parece haber bastante interés al respecto ¿A qué crees que se debe este interés?
Diría que son dos motivos fundamentales. Siempre nosotros tratamos de articularnos o de generar lazos con organizaciones políticas y sociales para vivenciar también el carácter político de la revista: si bien es un trabajo historiográfico dentro de la disciplina que nos movemos, apuntamos también a los procesos de politización. En ese sentido una revista de historia que salga de ese carácter academicista, casi “apolítico”, a las organizaciones les entusiasma y les gusta este tema, sale de las lógicas propias de la disciplina.
Por otra parte lo que genera aceptación del mundo de los estudiantes, de la gente en general es que los temas que tocamos en la revista salen de lo tocado por la academia en las distintas universidades del país y eso nos ha permitido también generar lazos con organizaciones y estudiantes de otras ciudades. En Santiago, Valdivia; nos encargan desde distintas partes la revista. Ellos tienen las mismas posturas políticas e historiográficas que nosotros, pero no había referente, no había trabajos de revista de este tipo en los lugares donde ellos están, por lo tanto empieza a generar aceptación y comienzan a difundir la revista en otros espacios.
¿Que papel le otorgan a su disciplina dentro del movimiento popular? ¿En qué piensan que contribuye a los procesos de transformación?
En realidad nosotros siempre estamos pensando en los pueblos de América Latina, no solamente en Chile, y precisamente en la Memoria Histórica. Consideramos que la memoria de las luchas de los pueblos de América Latina y específicamente acá en Chile, permite fortalecer el tema de la identidad. La identidad de los sujetos que emprendan las luchas hoy: los movimientos sociales, los movimientos de trabajadores, el movimiento mapuche, los movimientos estudiantiles y otros movimientos que surgen, tienen antecedentes en la historia y que esa historia ha sido olvidada por la academia. Para nosotros es súper importante que la memoria y la identidad de los pueblos en lucha a lo largo de la historia de América Latina, es fundamental para la historia del presente y los movimientos sociales, entendiendo que la identidad es un tema fuerte para generar movimientos sociales.
En Chile hubo un debate historiográfico bien duro respecto de la transición y el papel que se le da a la movilización social en el proceso. Pero la mayor parte de los historiadores se juegan por la idea de que la dictadura se sacó fundamentalmente a través de un proceso de votación
El tema de los movimientos sociales para la disciplina historiográfica es bastante complejo puesto que muchos de los historiadores siendo intelectuales, no se vinculan necesariamente a estos movimientos. Desde nuestra perspectiva creemos que la actual coyuntura chilena se está dando para debatir el tema de los movimientos sociales y políticos en general. Y la disciplina historiográfica tiene mucho que decir ahí, porque nosotros, siendo también estudiantes y profesores de historia, estamos en conocimiento de las luchas que han dado en otros tiempos los pueblos. Creemos que es un insumo importante para los movimientos sociales en la actualidad, sobretodo cuando la política comienza a construirse por fuera de la institucionalidad. Eso genera crisis y tensión dentro de la misma disciplina porque muchas veces la metodología historiográfica sigue reproduciendo lógicas propias de la historia más conservadora, más oficial y deja la política solo en el campo de la institucionalidad, de los partidos políticos oficiales.
De hecho hay un historiador que fue ministro de Pinochet...
Claro, Vial. Ahí tu vez también que la historiografía no es objetiva como ellos quieren tratar de hacerla ver, sino que siempre el historiador, incluso en su postura neutra tiene una actitud política frente a la sociedad. Nosotros somos sinceros y respetamos la disciplina en cuanto a sus leyes, sus normas, pero la ponemos al servicio de los movimientos sociales como un insumo de conocimiento histórico. Sabemos que en las instituciones educativas y en la Universidad no se enseña la historia de los movimientos sociales, no tiene mucha cabida dentro de las mallas curriculares, sobretodo las historias populares de Chile y América Latina. Como vemos ese vacío, creemos que podemos aportar de manera directa a través de este tipo de trabajo […] Ninguna práctica política se torna efectiva si no tiene un pensamiento histórico respecto de lo que hace. Los movimientos en Chile tienen mucha trayectoria por lo que es bastante importante conocerla.
Son tres números que han publicado ¿De qué se trata cada uno de ellos?
El primer número no tenia un tema específico porque como era el primero, eramos estudiantes de pregrado y no teníamos muchos lazos, tomamos distintos trabajos de diversos compañeros.
La mayor parte de esos artículos son de estudiantes de historia y de nosotros mismos porque cuando nos juntamos también pensamos en generar una vitrina para lo que hacemos, para nuestras investigaciones, para nuestras tesis que hay muchas y son bastante innovadoras, originales, pero como no tienen el respaldo de la academia muchas veces quedan guardadas en la biblioteca. Entonces dijimos, mira, acá hay compañeros que escriben cosas buenas, hay buenas tesis, demos el espacio para que publiquen. Así surgió el primer número, con el apoyo del jefe de Carrera de Pedagogía en Historia -el profesor Mario Valdés- y Ricardo Vargas, que nos ayudaron e incluso publicaron en la revista un artículo cada uno para mostrar también que nosotros no nos oponíamos a la academia, sino que también queríamos fortalecer dentro de ella nuestra postura política historiográfica y articularnos con los profesores más críticos que también dentro de la academia dan su pelea, entendiendo los límites de ella.
El primer número sin tener un tema específico, lo sacamos con Editorial Escaparate y guardaba relación con la historia política de los sectores populares en Chile.
El segundo número tenía por tema “Movimientos sociales, violencia política e izquierda revolucionaria en América Latina” . En ese número dimos el paso para proponer un tema que aglutinara a los artículos. Recibimos aportes de profesores de Santiago, estudiantes de postgrado. Se sacó la Revista en editorial Quimantú por una cuestión económica y los costos que tiene este tipo de trabajo. Conseguimos aporte con la jefatura de la Carrera, compañeros de la Federación de Estudiantes también nos ayudaron y así fuimos viendo las opciones para reducir los costos y ampliar la difusión de la Revista.
El tercer número que lanzamos en Concepción hace algunos meses, tenía como tema “Sujetos históricos y transformaciones sociales en América Latina”. En este número dimos un paso importante porque recibimos aportes de intelectuales, historiadores, estudiantes y también de fuera de Chile: de Bolivia, de Argentina, de Perú. Quisimos también que la gente que escribiera y aportará perteneciera a otros países de América Latina.
Tocamos la temática considerando la especificidad que tiene cada uno de ellos en los distintos países: “memoria”, “identidad” y “territorio” que era lo que nosotros queríamos rescatar. Salió bastante bien, los aportes fueron buenos, de diverso tipo: movimiento indígena, movimiento de trabajadores, movimiento feminista dentro del movimiento zapatista...
¿Cuántos ejemplares están sacando?
Para este número son 300 ejemplares. Ya se nos están agotando así que vamos a tener que sacar más. Como te decía, el factor económico es algo bien determinante en este tipo de cosas. Si bien Quimantú nos ayuda mucho respecto a la difusión y a sacar copias, sabemos que no va a ser fácil sacar otro tiraje porque la cantidad de revistas que se piden son 300, entonces se hace bastante difícil. Pero vamos bien, con los recursos que vamos obteniendo acá vamos por más tiraje.
¿De qué se tratará el próximo número?
Queremos darle centralidad a lo político como un ejercicio, como una acción dentro de los sectores populares y fuera de la institucionalidad, eso en el contexto de América Latina. En realidad los temas van cambiando de una revista a otra, pero si te das cuenta hay un tronco común que es la historia social y política de los sectores populares.
La historia no contada, de los nadie...
Es la historia no oficial, lo no contado, de los nadie, de los sin historia. De los que requieren la difusión de su historia en América Latina, nosotros ponemos la revista al servicio de eso. En otros países la historiografía se aboca a estos temas, pero acá en Chile todavía mantiene mucho estos límites de la academia y de centrar los estudios solamente en la política estatal o en los partidos políticos o muchas veces si se abarca el mundo popular, se queda anclado en el movimiento obrero o en el movimiento urbano. Nosotros tratamos de tocar otros temas como el movimiento campesino, el movimiento indígena.
¿Eso será producto de la dictadura?
Yo creo. Y también tiene que ver con el marxismo como teoría y como movimiento político que producto de la Dictadura Militar sufre una derrota, le genera un retroceso y además las lógicas marxistas que penetraron en la historiografía en el tiempo de la UP, por ejemplo, tenían una carga bastante obrerista o del movimiento obrero al momento de estudiar los sectores populares, sin incluir la importancia de los pobladores, las mujeres, los campesinos, el pueblo mapuche; su centralidad siempre era el movimiento obrero. Nosotros, siendo bien sinceros, retomamos el marxismo como método de interpretación de la historia y le damos una amplitud temática también, considerando a partir de los movimientos indígenas y campesinos en América Latina la idea de incluirlos en los estudios y en los artículos que queremos difundir.
Palabras finales...
Quiero leer una parte de la línea editorial que resume lo que pensamos: “Nos gustaría destacar que mediante este instrumento historiográfico/político que es la revista, nosotros pretendemos sumar esfuerzos a la tarea de construir un conocimiento histórico latinoamericano, de la lucha social y política impulsada por los diversos y distintos sujetos históricos del continente. Para ello es necesario considerar primordialmente la especificidad propia de cada sujeto colectivo en cuestión, sin perder el tronco histórico común de resistencia frente a los colonialismos internos y externos correspondientes a estructuras de dominación. Entender entonces la dialéctica entre dominación y resistencia en América Latina implica considerar a lo menos los criterios territorio, memoria e identidad, si es que efectivamente se quiere enriquecer una historia socio política desde abajo y realmente útil para los pueblos que en pleno siglo XXI se levantan contra el capitalismo y el imperialismo.”
Para conseguir o difundir la Revista[email protected]https://es-es.facebook.com/historiaen.movimiento
Disponible en el Centro de Estudiantes de Historia
Próximamente en librería Nuestra América
En Santiago
Editorial Quimantu
Librería USACH