Por Juan Contreras Jara / resumen.clEsta mañana se rindió homenaje a las y los estudiantes, docentes y funcionarios de la Universidad de Concepción, perseguidos y asesinados por los aparatos represivos de la dictadura militar de Augusto Pinochet.
Como cada 11 de septiembre, integrantes de la Corporación Mutual Bautista van Schouwen Vasey llegaron hasta el monumento Ronda de la Unidad, ubicado detrás de la laguna de los patos en la Universidad de Concepción, para conmemorar a las 54 personas caídas en dictadura, además de denunciar la impunidad en que se mantuvieron la mayor parte de los crímenes de lesa humanidad durante los gobiernos de la Concertación y la Nueva Mayoría, situación en la actualidad agravada por el poder judicial y el gobierno de Sebastián Piñera,
Desde las 11:30 de esta mañana, comenzó una nueva conmemoración a 45 años del golpe militar al interior de la Udec, a los pies del monumento instalado desde 1993 por la Federación de Estudiantes de dicha casa de estudios. El acto conmemorativo se enmarca en una serie de actividades realizadas en toda la provincia de Concepción, por la memoria y los derechos humanos.
Rodrigo Muñoz, ex militante del MIR y presidente de la Coorporación Mutual Bautista van Shouwen Vasey, comentó sobre la actividad, que “esta es parte de nuestra labor y nuestra esencia: por un lado está la memoria y por otro, los derechos humanos. En esa búsqueda, es imperioso siempre estar presentes en las actividades de conmemoración, tanto para mantener viva la memoria, como también los valores de aquellas personas que lucharon”.
A pesar de la constante lucha de familiares y compañeros de detenidas y detenidos desaparecidos y ejecutados políticos por los derechos humanos, la memoria y el esclarecimiento de los crímenes de lesa humanidad cometidos en dictadura, pareciese que el gobierno de Sebastián Piñera y toda la derecha chilena pretenden borrar esta historia de atropellos. Prueba de esto ha sido la liberación de 6 agentes de la dictadura pinochetista de Punta Peuco.
Muñoz explicó, al respecto, que hoy por hoy es más compleja la búsqueda de verdad y justicia, principalmente, por “el hecho de tener un gobierno facho, con todos los personeros implicados en la mafia civil, que fue parte o base de apoyo de la dictadura." y agrega que estos hechos constituyen una agresión para las generaciones que fueron víctimas de la violencia y represión dictatorial. "Tener que soportar a estos tipos significa una agresión y un daño emocional permanente” señaló.
El representante de la organización añadió que no solo no ha habido justicia en los casos, sino que además, se ha tenido que pelear cada rasguño de verdad. Según declara Muñoz “los fachos en el gobierno llegan con una prepotencia tremenda, a intentar imponer impunidad y beneficios para los criminales, en una actitud inaceptable. Junto con imponer un sistema arbitrario y criminal, los tipos han instalado un modelo económico de dominación que ha logrado domesticar a las masas y cuesta que la población se motive o perciba la importancia de todo este proceso”.
Uno de los puntos del territorio nacional donde se alcanzó a gestar mayor articulación revolucionaria fue en la casa de estudios penquistas y por ello en la madrugada del 11 de septiembre de 1973, la Universidad fue uno de los primeros lugares rodeados por militares, trasladando a los primeros detenidos en el lugar al Estadio Regional de Concepción.
Muñoz comentó que de la UdeC emanó una importante camada de líderes y militantes revolucionarios de izquierda, que salieron a cumplir tareas de formación o desarrollo de los procesos sociales que estaban en curso.
Al finalizar este nuevo acto conmemorativo, se hizo un llamado a la comunidad popular a informarse, escuchar a las y los afectados y por su puesto a sus familias, quienes siguen exigiendo justicia y verdad. Además se instó a las personas asistentes a hacerse parte de esta búsqueda de justicia por los derechos humanos arrasados por la dictadura militar chilena, la misma que cimentó con estos atropellos la estructura económica y política que hoy rige nuestras vidas.