El siguiente artículo es parte de una serie de microrreportajes titulados "Que el conocimiento Fluya como el Agua" que abordarán la situación de diferentes cuerpos de agua en el Biobío y otros territorios. Todo bajo el objetivo de divulgar el conocimiento científico y socioambiental en la población y las comunidades.
Por Esteban Flores Haltenhoff*
Durante los últimos meses la Provincia de Concepción se ha encontrado de frente con un nuevo evento de contaminación. Esta vez el relleno sanitario de la urbe (básicamente un gran pozo donde se deposita la basura), conocido como Hidronor, ha presentado fugas, descargando sus líquidos contaminados producidos por la basura en descomposición, hacia el estero Chaimávida que circula a través de la comunidad. Este tipo de evento profundiza la actual crisis socio-ecológica en que se encuentra la cuenca del río Andalién (área del territorio que drena sus aguas lluvias hacia el río y sus tributarios). Este territorio cuenta con una alta intervención humana, que se expresa en una gran variedad de actividades que conviven de forma descontrolada.
Para lograr revertir el desastre ambiental, debemos entender que las actividades humanas, sus efectos y sus riesgos, viajan a través del territorio (principalmente a través de los flujos de agua), afectando a todos los ecosistemas que se encuentran conectados en la cuenca. Para aportar al conocimiento en este sentido, los siguientes tres capítulos de la serie abordarán secuencialmente: la extensión y las conexiones hidrológicas de esta cuenca costera; las principales amenazas sobre el sistema sociohidrológico Andalién; y finalmente, una serie de ideas de planificación territorial que pretenden ser detonantes del debate comunitario que privilegie la vida de todas las especies y considere los ciclos naturales en la visión del territorio que queremos construir.
¿Qué es y cómo funciona la cuenca del río Andalién?
La cuenca del río Andalién (Figura 1), se ubica en la provincia de Concepción, región del Biobío, y considera dentro de sus 775 km2, los cerros de la cara oeste de la Cordillera de la costa que drenan las aguas lluvias a través del sistema hidrológico Andalién, es decir, el río Andalién y sus tributarios, los que transportan en promedio 14,3 metros cúbicos por segundo, equivalente a una piscina olímpica cada cuatro minutos desembocando sus aguas en el sector del humedal Rocuant-Andalién, Los ríos de la Cordillera de la Costa son comúnmente menos conocidos que los de las cuencas de la cordillera de Los Andes, como son el Biobío o el Itata y por lo mismo sus dinámicas ecológicas suelen ser desconocidas para la comunidad.
La principal diferencia que recalcamos de estas cuencas y sus ríos, es que no tienen glaciares y las veces en que cae nieve son escasas, por lo que estos ríos no dependen de deshielos para fluir durante el año, sino que de la capacidad y salud de sus suelos para almacenar las lluvias que caen principalmente en invierno, y distribuirlas a través del año mediante los ríos y vertientes. Esta cantidad de agua almacenada en los suelos (como en una esponja de origen “minero-vegetal”) depende de la cantidad de suelo que existe en las cuencas, mientras que la calidad del agua que liberan hacia los ríos durante el año depende de los contaminantes que puedan invadir esta esponja de suelo .
Es por esto que la salud ecológica del río está directamente ligada a las actividades que se realizan sobre los suelos de la cuenca, las que a su vez están reguladas por las normativas nacionales. Como ya lo hemos expuesto en columnas anteriores, estas actividades siguen lineamientos legales deficientes, que entienden el territorio fragmentado y no como un sistema ecológico. Esto se expresa en cuerpos de aguas y cuencas “descuartizadas” en su planificación, que no comprenden ni integran las variantes de continuidad ecológica que guían los procesos del agua, por ejemplo, permitiendo a cada comuna tener su propio plan regulador, sin integrar la lógica de cuenca en la distribución de las actividades en el territorio.
En el caso de la cuenca del Andalién, el 55% está en la comuna de Florida, el 24% en Concepción, un 10% repartido en la zona de cordillera entre Tome, Hualqui, y Chiguayante , y un 10% en la zona de desembocadura en las comunas de Talcahuano y Penco. Ninguno de los instrumentos de ordenamiento territorial vigentes, los planes reguladores comunales ni los planes reguladores metropolitanos, proponen una visión integrada de la cuenca, por lo que su existencia y salud no han sido puestas correctamente en el debate provincial.
[caption id="attachment_100639" align="alignleft" width="1280"] Figura 1, Cuenca del Río Andalien, principales tributarios, zonas habitada y division administrativa ; en azul los principales tributarios con sus nombres en azul; en negro las principales areas ocupadas con viviendas; y en areas coloreadas las distitnas comunas que cuentan con terreno en la cuenca del río Andalien.[/caption]
Viajando con el agua a través de la cuenca del Andalién
Tal vez a esta altura se pregunten “¿dónde está el río Andalién en Florida o Hualqui?”, para responder debemos recordar que al igual que la mayoría de los ríos de Chile, estos cambian de nombre a medida que avanzan en su viaje hacia el mar, al momento de juntarse dos ríos o esteros, al cambiar de división administrativa (regiones, provincias o comunas), o al cruzar un lago o laguna.
Como se observa en la figura 1, el río Andalién nace de múltiples vertientes y esteros que brotan desde los suelos de la cuenca, principalmente en las zonas altas de la cordillera de la costa, y que van juntándose para cambiar consecutivamente de nombre mientras siguen mezclados para formar ríos que transportan cada vez más agua y que terminan llamándose río Andalién al momento de alimentar la bahía de Concepción, manteniendo los flujos nutricionales de los ecosistemas marinos .
Los principales tributarios del Andalién nacen en la comuna de Florida, zona más alta de la cuenca y donde sólo habita el 10% de la población que habita toda la cuenca. En esta comuna nacen los dos ríos que al unirse dan origen al río Andalién, el río Poñén y el río Curapalihue, que aportan en su conjunto cerca del 60% del agua que drena la cuenca. El río Poñén nace desde el norte, llamándose Estero Florida en la capital comunal, para luego llamarse Estero Retamal, y unirse en su trayecto al Trecacura, el Chosme, el Roa y el Juan Chico. Por su parte el Curapalihue viene desde el sur de la cuenca y recibe sus aguas desde el estero Paso Ancho, el Puchacay y el Cangrejillo.
Ambos brazos, El Poñén y el Curapalihue, se encuentran justo aguas abajo del sector Puente 7, dando origen al río Andalién, En este sector, ha existido históricamente zonas de uso turístico para la provincia, como es el sector de los “Puentes”, con campings, cabañas y economías de subsistencia asociadas a la agricultura y la producción y extracción de productos locales.
Al salir del sector de los puentes el río Andalién sale de las zonas altas de la cordillera de la costa, siendo sectores mucho más planos que en los esteros de Florida, y entrando en la comuna de Concepción, donde el primer gran tributario es el estero Chaimávida, que recoge las aguas del Estero Membrillo y el Pichoco, estero que drena desde un pequeño sector de Hualqui. Esta zona es una de pocas áreas rurales que quedan en la comuna y son las aguas del estero Chaimávida las que reciben los efectos de la descarga del relleno Hidronor, poniendo en riesgo el carácter agrícola de la zona.
El próximo tributario en el viaje hacia la desembocadura es el estero Queule, que aún mantiene algunos relictos de bosque nativo y que alimenta a la laguna Laguna Pineda o Lago Nonguén, cuerpo de agua de mayor superficie de la cuenca y hábitat de especies endémicas, como el Cangrejo Tigre.
Al ingresar a la zona urbana, el Río Andalién recibe al estero Las Ulloas y luego al estero Nonguén, que nace en la principal zona de bosque nativo de la cuenca y del Gran Concepción, la reserva y futuro Parque Nonguén, con el nombre de estero Manquimávida (comuna de Chiguayante), zona que debiera servirnos de ejemplo para los procesos de regeneración ecológica que urgentemente requiere nuestra cuenca. En estos sectores urbanos el río debe convivir con el avance inmobiliario, las descargas ilegales de aguas servidas y los basurales clandestinos, efectos que veremos en profundidad en la siguiente nota.
Finalmente, el Río Andalién termina su viaje de cerca de 42 kilómetros en el sector que conocemos comúnmente como el gran Humedal Andalién, zona de desembocadura del río y que es conocido como humedal Rocuant en Talcahuano, humedal Andalién en Concepción y Humedal Playa Negra en Penco. Este sector es otra zona de relevancia ecológica fundamental de la cuenca, ya que aún mantiene una alta biodiversidad, sirviendo de zona de descanso para aves migratorias, como flamencos, cisnes, gaviotas y gaviotines, pero también teniendo un rol fundamental en la protección contra tsunamis, pues actúa como zona amortiguadora de sus efectos.
Conclusión y Adelanto
Como conclusión de este viaje, el agua que llueve en la cara oeste de la cordillera de la costa en la comuna de Florida desemboca en la bahía de Concepción, y con ella viajan a través del territorio todas las sustancias que se producen en la cuenca, desde nutrientes y materia orgánica producida por los árboles y animales, hasta el gran abanico de efectos negativos y sustancias contaminantes que producen las actividades humanas descontroladas.
En el próximo reportaje abordaremos en profundidad las principales amenazas a la ecología de la cuenca y del río, el descontrol en la planificación de la cuenca, los monocultivos forestales, el relleno sanitario, la industria inmobiliaria, la extracción de áridos y la descarga de contaminantes.Bibliografía Geomorfologia de la cuenca del Río Andalien, Chile ; Edilia Jaque CAstillo, 2008* Esteban Flores Haltenhoff es divulgador científico, ingeniero civil y magíster en ciencias de la ingeniería