SAG deja las abejas a merced de plaguicidas peligrosos
Ante nuevos episodios de mortandad de abejas por aplicaciones de plaguicidas altamente peligrosos, la Red de Acción en Plaguicidas Chile / Alianza por una Mejor Calidad de Vida reitera su demanda de inmediata prohibición de los tres insecticidas neonicotinoides, el imidacloprid (Gaucho), clotianidina (Poncho), thiametoxam (Cruizer), de Syngenta y fipronil (Regent, de Bayer/Basf) de la familia de los fenil-pirazoles, cuyo uso ya está prohibido en la Unión Europea, y de otros plaguicidas tóxicos para las abejas como el Sevin. La petición de prohibición de los neonicotinoides (formulada en carta al SAG del 30 de agosto de 2013) y de los plaguicidas altamente peligrosos, no han sido acogidas por lo cual ahora la reiteramos con urgencia al gobierno de la Presidenta Bachelet.
Comienza la etapa de floración de los frutales, clave para las abejas y se repite este año -ahora en la región del Maule, antes en la del BioBio- el ciclo de mortandad de la Apis Melífera. Sin embargo el gobierno y SAG continúan haciendo oídos sordos a la situación, sin adoptar medidas de prohibición de los plaguicidas dañinos para las abejas, solicitadas en marzo y agosto de 2013 por RAP-AL Chile y apoyadas ( en su oportunidad) , entre otros por la Red Nacional Apícola RAN y FEDEMIEL, ANAMURI y OLCA. En Chile se hace cada vez más notorio el Síndrome del Despoblamiento de las Colmenas (CCD) que amenaza la continuidad de las tareas de polinización, claves para la producción de frutas, la sobrevida misma de las abejas y el sustento de más de diez mil pequeños y medianos apicultores.
La aplicación de SEVIN, un insecticida cuyo principio activo es carbaryl, del grupo clasificado por la OMS como 1a (altamente peligroso), no permitido en la Unión Europea pero sí en Chile, es responsable de un nuevo caso de mortandad, esta vez de 30.000 abejas, que tuvo lugar en una fecha comprendida entre el 15 y el 20 de octubre. Se sabe que este insecticida producido por Bayer y vendido en Chile por ANASAC es mortal para las abejas.
La mortandad en videos
El nuevo afectado es el apicultor Claudio López, del sector del cerro de Buena Paz, comuna de Molina, región del Maule, aunque muchos otros casos no se hacen públicos. El es polinizador en huertos frutales. Su vecino –no identificado por el denunciante salvo por su apellido, Larraín – dueño de huertos de manzanas de exportación, hizo un raleo de sus árboles con SEVIN siete días después del inicio de la floración, justo a la hora del calor cuando las abejas salen a pecorear. Poco después se produjo la mortandad de todas las abejas que habían salido de la colmena a buscar sustento. El apicultor no recibió ningún aviso previo sobre la aplicación. El inspector del SAG de Curicó que visitó el lugar ante la denuncia, sostuvo que se trataba de un insecticida cuyo uso es legal, y no tomó muestras de las abejas muertas. Los hechos están registrados en un video subido por el apicultor afectado. Pocos días después, otro apicultor, identificado como JHPmiel subió a internet “Polinización en Chile. Muerte de abejas de 17 minutos ilustrando en vivo los efectos de las aplicaciones con fungicidas en huertos de arándanos y manzanos, mostrando abejas muertas o intoxicadas y señalando que no existen buenas prácticas agrícolas en el manejo de huertos de la región de OHiggins pese a los compromisos asumidos por los productores y exportadores de frutas. JHPmiel afirma en su video que los apicultores dejarán de polinizar si no cesan estas malas prácticas de manejo de los huertos frutícolas.
Sevin es un insecticida, de amplio espectro de acción, con residuos persistentes, que actúa por contacto e ingestión. Es un veneno agudo para las abejas, y destruye las colonias de las mismas que se alimentan en zonas donde este plaguicida haya sido aplicado. Explica el apicultor López: “Cuando el Sevin mata a las abejas recolectoras…es como si en una casa los niños se quedaran sin papá y mamá, que son los proveedores, sin ellos los pequeños se morirían de hambre. Las abejas de día salen a buscar el alimento. Si no llegan con él a la colmena, no hay forma de alimentar las crías. Es el ciclo que se cumple.”
Instrucciones de uso
Según las instrucciones de uso, Sevin XLR Plus 480 SC es utilizado para el control de plagas en diversos cultivos y como raleador químico en manzanos. El período de carencia (persistencia del efecto tóxico en este caso en la flor) señalado en la etiqueta es de 70 días, y el de reingreso de personas, es de 12 horas tras la aplicación. La etiqueta no establece tiempo de reingreso para animales porque su uso es en huertos, sin embargo nada dice respecto de las abejas. En rigor, SAG legalmente debe responder sólo de la sanidad de animales y plantas, pero como señala la Red Nacional Apícola, los insectos están en tierra de nadie, no son objeto de la atención de esta ni ninguna otra entidad.
Mortandades similares o más graves se produjeron el año pasado afectando a otros pequeños apicultores. El apicultor López explica: “Es así como quiebran los apicultores porque no todos pueden alimentar a las crías cuando se quedan sin suministro de polen por la mortandad de las abejas pecoreadoras”. Hasta el año 2013, la versión oficial de SAG era que en Chile no había incidentes que mostraran que en el país también se vivía el síndrome del despoblamiento global de las abejas.
Prontuario del carbaryl
Este insecticida es un compuesto químico perteneciente a la familia de los carbamatos. La marca Sevin es de Bayer (que también produce los neonicotinoides) pero originalmente carbaryl fue registrado por Union Carbide, la industria responsable de uno de los mayores desastres químicos en Bhopal, India, con miles de muertos. El carbaryl es un inhibidor de la colinesterasa, tóxico para los humanos y las abejas, disruptor de la función hormonal y del sistema inmune. Los ingredientes inertes del carbaryl pueden causar daño genético.
Ha sido clasificado como un potencial carcinógeno para los seres humanos por la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos, (EPA.) Además de matar abejas y varios insectos beneficiosos, es tóxico para diversas especies de crustáceos.
Desidia de autoridades
Resulta extremadamente curioso que en las normas sobre profesionalización de la polinización que estudia actualmente el INIA y la Universidad Católica junto al Instituto de Normalización (con fondos de INNOVA CORFO), no se incluya como tema relevante la prohibición del uso de plaguicidas altamente peligrosos en los cultivos frutales. Estas normas estarían siendo discutidas con FedeFruta y el Centro Nacional Apícola, junto a otras organizaciones de apicultores, fruticultores, Estado, científicos, y consumidores, aunque RAP-Chile no ha sido considerado en esas consultas. El Acuerdo de Producción Limpia APL del que formaron parte Fedefruta y el Centro Nacional Apícola se discutió en 2012. En la oportunidad, Eduardo Aylwin, representante de ACHIPIA, la Agencia Chilena de Inocuidad Alimentaria, se opuso a que se incorporara el tema de los plaguicidas tóxicos para las abejas y señaló que los neonicotinoides contaban con amplios registros en la Unión Europea, lo cual a esas alturas ya no era así pues se había anunciado la prohibición y varios países ya no tenían registrado el imidacloprid. Este profesional sigue a cargo del tema plaguicidas en ACHIPIA. En las discusiones actuales, se destacan hasta ahora otros factores de menor importancia, pero al igual que SAG, estas instituciones público-privadas continúan omitiendo el dramático costo de la polinización: sucesivas muertes de las colmenas. Fancy Rojas, directora de CEAPIMAYOR (citada en un reportaje de Red Agrícola) señala como valor referencial internacional el siguiente factor de polinización para pomáceas: de cada 10 manzanas, 8 prosperan debido a la intervención de un insecto.
Por estas razones, RAP-Chile sostiene que si existe interés real por contar con una buena producción frutal, es insensato basar este negocio en la destrucción de las abejas y considerar aquello sólo como una externalidad equivalente al costo de remplazo de colmenas y de una eventual alza en el precio de la polinización a pagar a los apicultores.
Tal como se señaló en la sesión especial que tuvo lugar en julio de 2014 en la Cámara de Diputados, se observa en general una descoordinación del Estado con respecto lo que está ocurriendo con las abejas, sin que exista una autoridad responsable de enfrentar el CCD en Chile. No hay voluntad política del gobierno de la presidenta Bachelet para encarar este problema, que se arrastra desde su primer mandato. Patricia Estay, entomóloga del INIA declaró en la Cámara que entre las causas del CCD en Chile están la afectación por insecticidas, fungicidas y herbicidas. Sostuvo entonces: “Las abejas se utilizan fundamentalmente en la zona central para dar servicio de polinización y lo que ocurre es que en el campo se están aplicando insecticidas y fungicidas, y estos, especialmente los del tipo neurotóxico, están afectando la capacidad de orientación de las abejas, por lo que tienen dificultades para reconocer sus colmenas y sus reinas y ello produce éxodo de las poblaciones y muerte”, detalló, recordando que por ello se han prohibido ciertos insecticidas en Europa.
Nuevos estudios concluyentes
A los estudios ya conocidos desarrollados en Inglaterra y con los cuales se fundamentó la prohibición de la Unión Europea dictada en julio de 2013 del uso de los neonicotinoides, hay que sumar ahora las conclusiones de una investigación reciente realizada en Harvard que confirma la relación entre muerte de colmenas y uso de este tipo de insecticidas. El estudio (Sub-lethal exposure to neonicotinoids impaired honey bees winterization before proceeding to colony collapse disorder) de Chensheng Lu, Kenneth M. Warchol y Richard A. Callahan del Departamento de Salud Ambiental de la Escuela de Salud Pública de Harvard, del Centro Landmark de Boston, Estados Unidos y la Asociación de Apicultores de Worcester, publicado en el Bulletin of Insectology, cita al imidacloprid y la clotianidina como muy probablemente “responsables de desencadenar el CCD en las colmenas”, según explica el investigador Chenseng Lu.
RAP-Chile ha entregado a SAG toda la información técnica relativa a las medidas adoptadas en 2013 en la Unión Europea, a la que ahora agregamos el nuevo estudio de Harvard, esperando que el gobierno de Michelle Bachelet proceda a adoptar finalmente medidas de prohibición de los plaguicidas peligrosos para las abejas, impidiendo que la mortandad de las polinizadoras se masifique en todas las zonas frutícolas de Chile.
Otros episodios
En otras oportunidades hemos informado sobre mortandad de abejas en Quillón y Liucura (región del Biobio) y en Loncoche (Araucanía), relacionado con fumigaciones en plantaciones forestales y huertos. Otra causa mencionada son los cultivos transgénicos y alimentos derivados. En alimentos como la fructuosa y las pastillas vitaminizadoras, suministrados a las abejas y recomendadas oficialmente, hay maíz transgénico Bt que envenena a las abejas. En la zona del BioBio, además, hay cultivos de maíz transgénico insecticida, y raps transgénico.
En la reunión con los funcionarios públicos del sector agrícola, los apicultores del Biobio ya habían manifestado su preocupación por el uso de neonicotinoides en las uvas para atacar el trips de California y el chanchito blanco, y por el uso de carbaryl en cerezos.
En la mortandad de abejas que tuvo lugar en Loncoche, la denuncia la realizó Apinovena, asociándola a fumigaciones de frutales “con fungicidas autorizados” en un predio vecino.
Nuestras demandas cuentan con el respaldo de 43 organizaciones campesinas y socio-ambientales, apicultores, consumidores y profesionales del agro y la salud de las regiones comprendidas entre Arica yAysén que analizaron este problema en un taller realizado por RAP-Chile en agosto pasado, sobre Agroecología, Comunidades y Políticas Públicas.
Contactos:
M. Elena Rozas celular 09 885 8227
Lucía Sepúlveda fono 22-6997375
Millones de abejas muertas en Quillón y Liucura Alto
Apicultores denuncian masiva muerte de abejas en nuestra región
Carta Abierta
Alianza por una Mejor Calidad de Vida (RAP-Chile)
Red de Acción en Plaguicidas y sus Alternativas de América Latina y el Caribe (RAP-AL)
Santiago, 6 de noviembre 2014
Sr. Angel Sartori
Director
Servicio Agrícola y Ganadero, SAG
c/c Sr. Carlos Furche, Ministro de Agricultura
Sr. Octavio Sotomayor Director de INDAP
Ante nuevos episodios de mortandad de abejas por aplicaciones de plaguicidas altamente peligrosos, la Red de Acción en Plaguicidas Chile / Alianza por una Mejor Calidad de Vida reitera su demanda de inmediata prohibición de los tres insecticidas neonicotinoides, el imidacloprid (Gaucho), clotianidina (Poncho), thiametoxam (Cruizer), de Syngenta y fipronil (Regent, de Bayer/Basf) de la familia de los fenil-pirazoles, responsables de la mortandad de abejas, otros insectos polinizadores y aves. El uso de los neonicotinoides y de otros plaguicidas tóxicos para las abejas como el Sevin ya está prohibido en la Unión Europea. La petición de prohibición de los neonicotinoides (formulada en carta al SAG del 30 de agosto de 2013) y de los plaguicidas altamente peligrosos, no ha sido acogida por lo cual ahora la reiteramos con urgencia al gobierno de la Presidenta Bachelet. Sin voluntad política de resoluciones de este tipo, este problema sólo podrá agravarse.
Comienza la etapa de floración de los frutales, clave para las abejas y se repite este año -ahora en la región del Maule, antes en la del BioBio- el ciclo de mortandad de la Apis Melífera. Sin embargo el gobierno y SAG continúan haciendo oídos sordos a la situación, sin adoptar medidas de prohibición de los plaguicidas dañinos para las abejas, solicitadas en marzo y agosto de 2013 por RAP-AL Chile y apoyadas ( en su oportunidad) , entre otros por la Red Nacional Apícola RAN, FEDEMIEL, ANAMURI y OLCA. En Chile se hace cada vez más notorio el Síndrome del Despoblamiento de las Colmenas (CCD) que amenaza la continuidad de las tareas de polinización, claves para la producción de frutas, la sobrevida misma de las abejas y el sustento de más de diez mil pequeños y medianos apicultores.
Responsable de un nuevo caso de mortandad, esta vez de 30.000 abejas es el insecticida Sevin, aplicado en octubre de 2014 en un huerto de manzanas del sector cerro de Buena Paz, comuna de Molina, Maule. El principio activo de Sevin es carbaryl, del grupo clasificado por la OMS como 1a (altamente peligroso), no permitido en la Unión Europea pero sí en Chile. Se sabe que este insecticida, producido por Bayer y vendido en Chile por ANASAC es mortal para las abejas.
La inacción en esta materia continuará poniendo en grave peligro a estos insectos benéficos, y a la biodiversidad, por lo cual instamos a la autoridad a aplicar el principio de precaución, y a emular lo obrado por la autoridad sanitaria europea en ese sentido. Deben tenerse en cuenta además las obligaciones derivadas de los aspectos ambientales incluidos en el Tratado de Libre Comercio con la Unión Europea, además de la importancia del comercio con ese mercado.
El uso de las cuatro sustancias prohibidas, sigue estando autorizado por SAG, lo cual genera alta preocupación entre los apicultores. Las abejas y los demás insectos polinizadores cumplen un rol fundamental en la mantención de la biodiversidad, la producción agrícola y horto-frutícola del país, que están pagando el costo de la falta de medidas de protección.
La aplicación de SEVIN, un insecticida cuyo principio activo es carbaryl, del grupo clasificado por la OMS como 1a (extremadamente peligroso), no permitido en la Unión Europea pero sí en Chile, es responsable de un nuevo caso de mortandad, esta vez de 30.000 abejas, que tuvo lugar en una fecha comprendida entre el 15 y el 20 de octubre. Se sabe que este insecticida producido por Bayer y vendido en Chile por ANASAC es mortal para las abejas.
La mortandad en videos
El nuevo afectado es el apicultor Claudio López, del sector del cerro de Buena Paz, comuna de Molina, región del Maule, aunque muchos otros casos no se hacen públicos. El es polinizador en huertos frutales. Su vecino –no identificado por el denunciante salvo por su apellido, Larraín – dueño de huertos de manzanas de exportación, hizo un raleo de sus árboles con SEVIN siete días después del inicio de la floración, justo a la hora del calor cuando las abejas salen a pecorear. Poco después se produjo la mortandad de todas las abejas que habían salido de la colmena a buscar sustento. El apicultor no recibió ningún aviso previo sobre la aplicación. El inspector del SAG de Curicó que visitó el lugar ante la denuncia, sostuvo que se trataba de un insecticida cuyo uso es legal, y no tomó muestras de las abejas muertas. Los hechos están registrados en un video subido por el apicultor afectado. Pocos días después, otro apicultor, identificado como JHPmiel subió a internet “Polinización en Chile. Muerte de abejas de 17 minutos ilustrando en vivo los efectos de las aplicaciones con fungicidas en huertos de arándanos y manzanos, mostrando abejas muertas o intoxicadas y señalando que no existen buenas prácticas agrícolas en el manejo de huertos de la región de O’Higgins pese a los compromisos asumidos por los productores y exportadores de frutas. JHPmiel afirma en su video que los apicultores dejarán de polinizar si no cesan estas malas prácticas de manejo de los huertos frutícolas.
Sevin es un insecticida, de amplio espectro de acción, con residuos persistentes, que actúa por contacto e ingestión. Es un veneno agudo para las abejas, y destruye las colonias de las mismas que se alimentan en zonas donde este plaguicida haya sido aplicado. Explica el apicultor López: “Cuando el Sevin mata a las abejas recolectoras…es como si en una casa los niños se quedaran sin papá y mamá, que son los proveedores, sin ellos los pequeños se morirían de hambre. Las abejas de día salen a buscar el alimento. Si no llegan con él a la colmena, no hay forma de alimentar las crías. Es el ciclo que se cumple.”
Instrucciones de uso
Según las instrucciones, Sevin XLR Plus 480 SC es utilizado para el control de plagas en diversos cultivos y como raleador químico en manzanos. El período de carencia (persistencia del efecto tóxico en este caso en la flor) señalado en la etiqueta es de 70 días, y el de reingreso de personas, es de 12 horas tras la aplicación. La etiqueta no establece tiempo de reingreso para animales porque su uso es en huertos, sin embargo nada dice respecto de las abejas. Sabemos que SAG legalmente debe responder sólo de la sanidad de animales y plantas, pero como señala la Red Nacional Apícola, los insectos están en tierra de nadie, no son objeto de la atención de su entidad ni de ninguna otra de forma específica.
Mortandades similares o más graves se produjeron el año pasado afectando a otros pequeños apicultores. Recordamos que hasta el año 2013, la versión oficial de SAG era que en Chile no había incidentes que mostraran que en el país también se vivía el síndrome del despoblamiento global de las abejas y que los problemas del sector apícola eran problemas “entre privados”.
Prontuario del carbaryl
Este insecticida es un compuesto químico perteneciente a la familia de los carbamatos. La marca Sevin es de Bayer (que también produce los neonicotinoides) pero originalmente carbaryl fue registrado por Union Carbide, la industria responsable de uno de los mayores desastres químicos en Bhopal, India, con miles de muertos. El carbaryl es un inhibidor de la colinesterasa, tóxico para los humanos y las abejas, disruptor de la función hormonal y del sistema inmune. Los ingredientes inertes del carbaryl pueden causar daño genético.
Ha sido clasificado como un potencial carcinógeno para los seres humanos por la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos, (EPA.)Además de matar abejas y varios insectos beneficiosos, es tóxico para diversas especies de crustáceos.
Casos documentados en Chile
En la Región del BioBio han muerto millones de abejas desde mayo a la fecha. En otras oportunidades denunciamos la mortandad de abejas en Quillón y Liucura (región del Biobio) y luego en Loncoche (Araucanía), relacionadas con aplicaciones en plantaciones forestales y huertos. Otra causa mencionada son los cultivos transgénicos y alimentos derivados de estos. Alimentos como la fructuosa y las pastillas vitaminizadoras, suministrados a las abejas y recomendadas oficialmente, son elaborados con maíz transgénico Bt que envenena a las abejas. En la zona del BioBio, además, hay cultivos de maíz transgénico insecticida, y raps transgénico.
En la reunión realizada en 2013 con los funcionarios públicos del sector agrícola, los apicultores del Biobio ya habían manifestado su preocupación por el uso de neonicotinoides en las uvas para atacar el trips de California y el chanchito blanco, y por el uso de carbaryl en cerezos.
En la mortandad de abejas que tuvo lugar en Loncoche, la denuncia correspondió a Apinovena, asociándola a fumigaciones de frutales “con fungicidas autorizados” en un predio vecino.
La alarma pública generada por estos hechos ha sido respondida con una tardía promesa oficial de investigación científica sobre el problema, pero sin medidas precautorias inmediatas reclamadas por los afectados. La Red de Acción en Plaguicidas Chile recibe en forma constante denuncias de este tenor, en su contacto con comunidades campesinas e indígenas y organizaciones de apicultores.
Nuevos estudios concluyentes
A los estudios ya conocidos desarrollados en Inglaterra y con los cuales se fundamentó la prohibición de la Unión Europea dictada 2013 del uso de los neonicotinoides, hay que sumar ahora las conclusiones de una investigación reciente realizada en Harvard que confirma la relación entre muerte de colmenas y uso de este tipo de insecticidas. El estudio (Sub-lethal exposure to neonicotinoids impaired honey bees winterization before proceeding to colony collapse disorder) de Chensheng Lu, Kenneth M. Warchol y Richard A. Callahan del Departamento de Salud Ambiental de la Escuela de Salud Pública de Harvard, del Centro Landmark de Boston, Estados Unidos y la Asociación de Apicultores de Worcester,, publicado en el Bulletin of Insectology, cita al imidacloprid y la clotianidina como muy probablemente “responsables de desencadenar el CCD en las colmenas”, según explica el investigador Chenseng Lu.
RAP-Chile ha entregado a SAG toda la información técnica relativa a las medidas adoptadas en 2013 en la Unión Europea, a la que ahora agregamos el nuevo estudio de Harvard, esperando que el gobierno de Michelle Bachelet proceda a adoptar finalmente medidas de prohibición de los plaguicidas peligrosos para las abejas, impidiendo que la mortandad de las polinizadoras se masifique en todas las zonas frutícolas de Chile.
Estudios considerados por la Unión Europea
Recordamos a Ud. que además, en julio de 2013, la Unión Europea anunció que siguiendo las recomendaciones de su comisión técnica, el uso del insecticida fipronil (Regent), asociado también a la mortandad de abejas, estará prohibido en el tratamiento de semillas de maíz y maravilla. La sustancia química producida por la transnacional BASF y por Bayer, forma parte de la lista negra de insecticidas prohibidos a partir del 31 de diciembre de 2013.
Con anterioridad, la decisión adoptada por la Unión Europea a fines de abril de 2013 prohibiendo el uso de tres plaguicidas neonicotinoides dañinos para las abejas- los insecticidas imidacloprid, clotianidina y thiametoxam -contó con el respaldo de la mayoría de los países miembros. Aunque en Chile esta resolución ha sido ignorada oficialmente, está siendo apoyada firmemente por expertos y apicultores en otros continentes.
Los científicos de EFSA, la agencia sanitaria europea, han identificado varios riesgos planteados a las abejas por este tipo de insecticidas. Los neonicotinoides tienen un modo común de acción que afecta el sistema nervioso central de los insectos causando parálisis y muerte. Varios estudios recientes han señalado que la exposición a neonicotinoides a dosis subletales (mínimas) puede tener efectos negativos importantes en la salud de las abejas y en sus colmenas. La evaluación de riesgo realizada por EFSA aborda el uso de clotianidina, imidacloprid y thiametoxam, como tratamiento de semilla o como granulados, con atención especial a sus efectos agudos y crónicos en la sobrevida de las colmenas de abejas y su desarrollo; a sus efectos en las larvas de abejas y el comportamiento de las abejas, y a los riesgos planteados por dosis subletales de las tres sustancias.
Las evaluaciones de riesgo se centraron en tres principales rutas de exposición: de residuos en néctar y polen en las flores de las plantas tratadas; exposición al polvo producido durante la siembra de semillas tratadas o aplicación de granulos; y exposición de residuos en el líquido de exudado producido por plantas desinfectadas.
Las conclusiones de EFSA abordaron todas las fuentes de exposición, determinando que se prohíba temporalmente el uso de estos insecticidas en ciertos cultivos, debido a los riesgos planteados por estas fuentes de exposición
-el polen y néctar de cultivos atractivos para las abejas
- el polvo producido durante la siembra de semillas previamente tratadas con estos insecticidas a fin de prevenir la aparición de plagas. Igualmente se prohíbe la aplicación de granulados, salvo excepciones contadas.
- la exudación (proceso por el cual algunas plantas secretan savia similar a gotas de rocío) en el caso del maíz tratado con tiametoxam, por su efecto nocivo inmediato en abejas melíferas, comprobado en estudios de campo.
Los antecedentes tomados en cuenta en esta decisión incluyen información previa de los Estados miembros respecto de estos productos, literatura relevante, monitoreo y en especial, un documento denominado “Opinión Científica de EFSA” (mayo de 2012), publicado por el Panel de EFSA sobre los Productos Fitosanitarios y sus residuos (PPR Panel). El estudio propuso una evaluación de riesgo mucho más amplia para abejas, con el objetivo de mejorar el nivel de protección concedido a las abejas al evaluar los riesgos de los plaguicidas. La resolución señala que hasta esa fecha había información limitada respecto de otros polinizadores, por eso se debería considerar en adelante el riesgo para otros insectos benéficos y aves.
La decisión sobre los neonicotinoides se puso a votación de los países miembros de la Unión Europea por primera vez en enero de 2013, lo que desató un intenso lobby y campaña pública de las empresas fabricantes de estas sustancias químicas, Syngenta y Bayer. Esto ilustra de una forma clara la presión permanente de estas transnacionales frente a los gobiernos e instancias regulatorias, para evitar medidas que restrinjan el uso de plaguicidas. Ya en el año 2008 EFSA había identificado, según su propia versión, varias áreas críticas de preocupación: un riesgo alto para abejas, aves, mamíferos, organismos acuáticos y organismos que viven en el suelo. Y sin embargo pasaron cinco años de continuación del fenómeno del colapso de las colmenas de abejas hasta que EFSA adoptara finalmente esta resolución. De 27 países miembros, 15 votaron a favor, 8 en contra y 4 se abstuvieron.
Más elementos para que SAG prohíba el uso de estos insecticidas se exponen asimismo en el estudio “Impacto de los insecticidas usados más ampliamente en aves en el país” (de Pierre Mineau y Cynthia Palmer, marzo 2013) que llevaron a la American Bird Conservancy y a los miembros de la Coalición Nacional de Reforma de los Plaguicidas a instar a la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (EPA) a suspender todas las aplicaciones de neonicotinoides, a la espera de una revisión independiente de los estudios sobre los efectos de los estos químicos, "sobre las aves, invertebrados terrestres y acuáticos, y la vida silvestre", entre otras medidas.
Vistos estos antecedentes solicitamos que el SAG adopte la suspensión o la prohibición del uso de estos insecticidas, mientras se realizan las correspondientes evaluaciones en terreno.
Saluda atte. a Ud.
María Elena Rozas
Coordinadora Nacional
Red de Acción en Plaguicidas Chile (RAP-Chile) Alianza por una Mejor Calidad de Vida (RAP-Chile)
Alonso Ovalle 1618, Ofic. A, Santiago de Chile Fono: 56-22-6997375 Correo electrónico: [email protected]