Salmones de sangre en la Patagonia chilena: catorce trabajadores y buzos mueren durante el 2021

El reporte preliminar del Centro Ecocéanos sobre la accidentabilidad y mortalidad laboral en la mega industria exportadora de salmónidos con base en Chile, señala que entre enero y diciembre del 2021 fallecieron 14 trabajadores y trabajadoras en los centros de cultivos, plantas procesadoras y transporte naviero debido a las precarias condiciones laborales imperantes, consecuencia de los altos niveles de contratos temporales, subcontratación, falta de controles estatales, y una sorprendente indolencia empresarial. Por Juan Carlos Cárdenas N. y Patricio Igor Melillanca* A esto hay que sumarle dos buzos muertos en estos primeros 10 días de enero de 2022. El 09 de enero se registró el primer caso de un buzo fallecido este año, correspondiente a Edgar Mansilla, quien quedó atrapado mientras desarrollaba faenas de limpieza de redes loberas en un centro de cultivo en Hualaihué, región de Los Lagos. Y al día siguiente se confirmó la muerte de José Eladio Ruiz Oyarzo, buzo de 52 años perteneciente a la empresa de servicios acuícolas Yankamar, la que se encontraba operando en el centro de engorda de salmones Petiso de Salmones Antártica, ubicado en el Fiordo de Aysén. Continuando con una realidad de casi una década, se mantuvo el promedio de un trabajador accidentado y/o muerto al mes durante el 2021, con edades que fluctuaron entre los 19 y 63 años, siendo los principales afectados buzos de centros de cultivo (42%), trabajadores de las plantas de proceso y de piscicultura (42%), y tripulantes navieros (16%). Esta tercermundista realidad laboral ocurre en pleno proceso de expansión territorial y productiva de los monocultivos industriales de salmónidos en Chile, concentrándose las mortalidades de trabajadores en la región de Los Lagos, archipiélago de Chiloé (50%), Aysén (44%), y Magallanes (0,6%).  

Los salmones de sangre de la Patagonia chilena: Un gigante con pies de barro

  Entre las principales causas de mortalidad laboral ocurridas durante el 2021 fueron la electrocución en plantas procesadoras y centros de cultivo (2), aplastamiento por contrapesos submarinos (potalas) de las balsas-jaulas (2), atrapamiento en hélice de una embarcación (1), quemaduras por incendio en piscicultura (1), afixia por sumersión (2), riña en centro de cultivo (1), suicidio en centro de cultivo (1),complicaciones derivadas del Covid 19 en planta procesadora (2), y accidentes en transporte naviero de insumos y salmones (2). Las empresas que lideran las mortalidades de trabajadores son Los Fiordos / AquaChile (42 % de los casos), la planta de procesos y centros de cultivo de Marine Farm / Granja Marina Tornagaleones (14%), seguidos por Mowi, Pacific Star / Salmones Austral, Blumar, Oceanrob, y Naviera Detroit. Entre las empresas subcontratistas involucradas debido a las precarias condiciones de seguridad laboral destacan, SGM Austral, Servicios Prime SpA, Sociedad de Proyectos Acuícolas y Servicios Submarinos (Passub), e IngChile. Los monocultivos industriales del salmón han iniciado a partir del 2013 una nueva fase de expansión territorial en la Patagonia chilena con el objetivo de duplicar sus actuales producciones, lo cual le ha permitido alcanzar producciones de un millón de toneladas anuales, valoradas en 5.100 millones de dólares (5 billones de dólares). Sin embargo, las exponenciales ganancias de las empresas salmoneras van acompañadas de altas tasas de mortalidad de trabajadores y trabajadoras en los centros de cultivo, plantas procesadoras, y las actividades de transporte terrestre y marítimo. Anteriores informaciones entregadas por la Federación de Trabajadores de Quellón (Fetrasal), Sindicato Nacional de Buzos de Chile, y la Federación de Sindicatos Marítimos (Fesimar), denunciaban que fallecieron 18 trabajadores de la industria salmonera en la temporada 2019. Un reporte del Centro Ecocéanos registra la muerte de 70 trabajadores y trabajadoras en esta industria exportadora entre julio de 2013 y enero de 2022. Esta cruel e inaceptable realidad laboral en el sur de Chile, es más propia de un país bananero que del segundo productor y exportador mundial de salmónidos de cultivo, confirmando las denuncias señaladas por las organizaciones de trabajadores ante la OIT sobre los bajos estándares de seguridad laboral, la complicidad e inacción de las autoridades fiscalizadoras chilenas, y los dobles estándares laborales de las empresas transnacionales que operan en las regiones costeras del sur de Chile.  

En el inicio de un nuevo ciclo político-social no es aceptable que Chile posea el récord de mortalidades de trabajadores de la industria del salmón a nivel global.

  Chile sigue siendo el productor de salmones de cultivo que presenta la mayor tasa de mortalidad y accidentabilidad de esta mega industria a nivel mundial. A lo anterior se une el hecho que es el país exportador de salmónidos con las más extensas jornadas laborales, los menores salarios, y las mayores infracciones a los derechos de maternidad y de género de sus trabajadoras. Explica esta realidad la alta precarización del trabajo en el cluster del salmón, caracteriza por el uso intensivo de empresas subcontratistas, la imposición de contratos temporales, la prevalencia de trabajos repetitivos bajo condiciones de humedad y bajas temperaturas, lo cual generan altas prevalencias de enfermedades invalidantes. Es en este contexto donde se desarrollan las subestándares prácticas de buceo inseguro en las balsas- jaulas a profundidades mayores a 30 metros, las cuales no respetan los reglamentos de buceo al no contar con los equipos, la supervisión, prácticas, y los resguardos necesarios. El Centro Ecocéanos llama al movimiento socio-ambiental, los consumidores nacionales e internacionales, y las organizaciones de trabajadores a unir sus fuerzas para que los miembros de la Asamblea Constituyente, parlamento y el nuevo gobierno inicien las acciones políticas, legales y de fiscalización que detengan las tercermundistas cifras de accidentes y muertes de trabajadores del salmón, consecuencia directa de las políticas neoliberales de desregulación laboral, así como de la complicidad de los altos funcionarios de los servicios del Estado, la codicia e insensibilidad empresarial, y los dobles estándares de las compañías transnacionales.   *Centro Ecocéanos / Chile Portada: Accidente de buzo en centro de cultivo de salmón de Aqua Chile, región de Aysén. Chile. Foto: Directemar.
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