El agotamiento de los recursos marinos por la sobre explotación indujo a que la pesquera Camanchaca terminara por concentrar su negocio en la manufactura de salmones, traídos en containers desde el sur de Chile. El Virus ISA que ha provocado una mortandad masiva de salmones ha provocado que para este año sólo hayan 25 mil toneladas para procesar (en el 2008 se procesaron 45 mil toneladas).
Recientemente, los dueños de la pesquera y los trabajadores sostuvieron conversaciones con el gobierno para que les permitiera capturar 5 mil toneladas de langostino (en veda). Esta cantidad era necesaria para evitar el cierre de la empresa, ya que la cantidad de salmones no es suficiente para mantenerla en funcionamiento.
El gobierno sólo accedió a la entrega de 1300 toneladas, por lo que el actual gerente general, Francisco Cifuentes, declaró que en marzo la pesquera se cerrará. Con esto hay 600 trabajadores de planta y 12000 trabajadores de temporada que quedan cesantes, en total suman 1800.
El despido de estos trabajadores se sumará al 13,5% de la población tomecina (según el INE que considera ocupados a los que han trabajado desde 1 a la semana) que ya está cesante por el cierre de la fabrica textil y el agotamiento de recursos marinos.
En casos como estos, la desgracia de muchas familias ha sido provocado por el nulo control que el Estado ha hecho de la explotación de los recursos naturales.
En el caso del virus ISA (Anemia Infecciosa del Salmón) en las plantas salmoneras no se controló su propagación. En agosto de 2008 la presencia del virus se extendía desde el Seno de Reloncaví hasta Magallanaes, lo que es una superficie mayor que la región de Los Ríos y la región de Los Lagos juntas. Uno de los motivos de propagación explosiva del virus fue por el transporte de salmones contagiados a lugares que no lo estaban.
En el caso del agotamiento del jurel y la merluza sólo debemos leer el testimonio de don Jorge Fernandez, antiguo propietario de la pesquera Camanchaca, cuando habla de sus inicios en el negocio: "Almorzando un día con Francisco en Talcahuano veíamos cómo pasaban los barcos llenos de jureles para harina de pescado y pensé que eso era lo que teníamos que hacer" (Francisco Cifuentes es gerente general). En esos momentos la pesquera era la segunda en producción de harina de pescado a nivel nacional y facturaba 360 millones de dolares al año. Años de gloria sólo para sus dueños, porque el pueblo de Tomé siempre estuvo igual.