[resumen.cl] La Unión Portuaria del Bío Bío (UPBB) a través de un comunicado público señaló declararse en estado de alerta ante la situación actual del país.
La agrupación sindical que aglutina a los portuarios de San Vicente, Lirquén, Coronel, Penco, Talcahuano y Muelle Cap manifestó su preocupación porque sean al fin tomadas en cuenta el avance del país hacia uno más justo y las demandas sociales que por años han sido minimizadas por los gobiernos.
Relatando un poco de la historia de la lucha de los sindicatos portuarios, que también fueron calificadas de ilegales y terroristas, la agrupación sostiene que por eso entienden “la rabia y desesperación de la gente” frente a la nula preocupación de las autoridades políticas “también sufrimos de malas pensiones, también sufrimos por el paupérrimo sistema de salud pública y el abusivo privado, también debemos esforzarnos para entregar un educación decente a nuestros hijos y preocuparnos de la inestabilidad en nuestros trabajos” afirman.
Los trabajadores y trabajadoras hicieron un llamado al gobierno a comprender “que las reformas mezquinas, en goteo o migajas ya no son las respuestas que la gente pide, eso ya no sirve porque la gente ya se cansó de esperar. No quiere pequeñas reformas, quiere cambios profundos y esta permanente sordera sólo crispa los ánimos y no permite encaminarnos hacia un clima de convivencia sana”
La agrupación hizo un firme llamado a la creación de una Nueva Constitución.
Comunicado:
Con respecto a la situación social que se viene sucediendo desde octubre pasado, los puertos de nuestra organización, como los son San Vicente, Lirquén, Coronel, Penco, Talcahuano y Muelle Cap se encuentran en estado de alerta, esperando que la situación del país avance hacia uno más justo y las demandas sociales, que por años han sido minimizadas por los gobiernos, sean al fin tomadas en cuenta.
Como trabajadores portuarios hemos conocido lo que es la indolencia y la desidia como los problemas de los que en este sector laboramos son tratados, a diferencia de como la ley se adaptaba a las necesidades del sector empresarial muchas veces en perjuicio de los trabajadores y trabajadoras que laborábamos en los terminales. Tras múltiples esfuerzos de dar a conocer nuestra problemática y notar que el camino institucional no funcionaba, no nos dejaron otro camino de avanzar por fuera de lo constituido. Debimos hacer paralizaciones, tomarnos los puertos, bloquear sus accesos y también se nos tildó de terroristas e ilegales, pero nunca se decía todo lo que tratamos de avanzar por la vía institucional, pero que en nada daba resultados. Por eso entendemos la rabia y desesperación de la gente al sentirse ignorados por décadas y notar que solo se les desvía su preocupación hacia otras temáticas, pues también sufrimos de malas pensiones, también sufrimos por el paupérrimo sistema de salud pública y el abusivo privado, también debemos esforzarnos para entregar un educación decente a nuestros hijos y preocuparnos de la inestabilidad en nuestros trabajos. Por ello seguiremos junto a la ciudadanía, a su lado marchando y procurando generar un nuevo pacto social donde todos y todas participemos en su creación y así se legitime. Uno nuevo que permita avanzar, y no ponga trabas, a las aspiraciones que millones de personas en las calles gritamos de hace meses. Vemos que al fin podemos abrir esos candados que no nos permitirán avanzar en el cumplimiento de mayores conquistas sociales y no sólo conformarnos con lo que se nos da y sus mezquinas reformas y poder dar estabilidad y tranquilidad a todos los que conformamos esta sociedad y no sólo a algunos privilegiados.
Llamamos al gobierno a comprender que las reformas mezquinas, en goteo o migajas ya no son las respuestas que la gente pide, eso ya no sirve porque la gente ya se cansó de esperar. No quiere pequeñas reformas, quiere cambios profundos y esta permanente sordera sólo crispa los ánimos y no permite encaminarnos hacia un clima de convivencia sana. También hacemos un llamado a la gente a que permanezcamos unidos, avancemos hacia un nuevo país, sin odio ni violencia y no permitamos que los que no quieren que ello ocurra utilicen las imágenes violentas como excusa para detener los cambios y mantener todos sus privilegios excluyentes. Estamos haciendo historia, podemos lograrlo, y debemos actuar para ganar todos los hitos de participación que nos abrirán los triunfos sociales que anhelamos. Mejores pensiones, más salud, mejor educación, fin de los abusos son posibles y podemos lograrlo.
Por ello es que apoyamos un Nueva Constitución, una que no ponga trabas a nuestros anhelos y que sea realizada por la ciudadanía, pues lamentablemente los actuales políticos no generan la confianza. Queremos nuevos aires y real participación. Queremos un país más justo, solidario, un país que realmente sintamos que es de todos y todas. Hasta que sea así, seguiremos apoyando en todo lo que aporte en lograrlo, porque somos trabajadores portuarios y somos pueblo.
