Secundarios marchan en Penco contra el Proyecto Octopus

Por Matías Del Río / resumen.cl

Alrededor de 80 secundarios, pobladores y universitarios, marcharon a eso de las 12 de la mañana por las calles de Penco y Lirquén, en un nueva jornada de protesta en contra del proyecto energético GNL Penco Lirquén de la empresa Biobiogenera, el cual pretende instalar un terminal marítimo de gas y un gasoducto asociado. Pese a que el proyecto ya fue aprobado por la Comisión Evaluadora de la Región del Bio-Bio, la ciudadanía -al parecer- no descansará hasta impedir que se instale el “Proyecto Octopus”.

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Sin incidentes y fuertemente custodiada, terminó la marcha organizada por los secundarios en Lirquén, a eso de las 3 de la tarde. Pese a que fue autorizada por la gobernación, los dirigentes estudiantiles y vecinales tuvieron problemas para dar inicio a la marcha, luego de que les revocaron el permiso. Finalmente y tras de hablar con personal de carabineros, se trazó un nuevo recorrido, el cual terminó en el Calendario de Pasto, a la entrada de la ciudad de Penco. Durante todo el camino, piquetes de FF.EE, personal en moto y dos furgones policiales custodiaban la marcha. A pesar a esto, no se reportaron incidentes.

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Biobiogenera es una iniciativa empresarial ligada a inversionistas chilenos como Juan José Gana y César Norton Sacre, en conjunto con las compañías Cheniere Energy y Electricidad de Francia (EDF). La primera parte del proyecto es el Terminal GNL Penco-Lirquén, que consta de un terminal marítimo estático o “offshore”, en el cual atracarían buques de transporte de gas provenientes desde países exportadores de este combustible, como Estados Unidos. Además, conlleva la construcción de un gasoducto que atravesaría la Bahía de Concepción y que consideraría una conexión a sectores industriales de la provincia, además de alimentar a la termoeléctrica “El Campesino” en Bulnes, segunda parte del proyecto de Biobiogenera, en conjunto con la empresa EDF (Electricidad de Francia).

Esta central, también ha sido fuertemente rechazada por la comunidad local, ya que según pobladores de Bulnes, quienes se dedican principalmente a la agricultura, acusan que una termoeléctrica sólo llegaría a contaminar y a aumentar la escasez hídrica de la zona, lo que potenciaría el escenario de sequía que ya existe en la región, afectando directamente sus cultivos y forma de vida. Además, los pobladores cuestionan a quién beneficia realmente el aumento de la producción energética, ya que recalcan que la región no la necesita.

Los opositores al proyecto han realizado una gama de acciones para detener a Biobiogenera. Recursos de protección, reclamaciones al Servicio de Evaluación ambiental, marchas y cortes de ruta, han sido parte del descontento contra el proyecto.

Posicionamiento mediático del gas como energía limpia.

Con el engañoso argumento de mitigar la contaminación atmosférica de las fuentes industriales y residenciales en el Gran Concepción, la iniciativa empresarial Biobiogenera (GNL Octopus) busca importar y distribuir en la región del Biobio, gas natural generado a través de hidrofracturamiento (fracking), promocionando además este combustible fósil como “energía limpia”. Si bien las emisiones atmosféricas producto de la generación de energía con gas natural son menores que con el fuel-oil y el carbón, estudios demuestran la escasa factibilidad del cambio en el uso residencial de leña a gas natural, con pocas ventajas en términos de costos y emisiones. Por otro lado, los grandes volúmenes de distribución que posibilitaría la sobreoferta de gas con la construcción del terminal marítimo GNL Octopus y el gasoducto asociado, entregarían mayores posibilidades para incrementar los impactos ambientales y sociales que ya producen las industrias pesquera, forestal, petroquímica y energética en la región. Este aumento en la oferta energética traería aparejado además un incremento en las emisiones de gases invernadero por combustión de gas natural, las cuales se incrementarían a nivel local de manera similar a las desalentadoras proyecciones climáticas globales para combustibles fósiles en las próximas décadas.

Aunque el gas natural sea un combustible con menor efecto invernadero y emisiones de óxido de nitrógeno que el petróleo y el carbón, en realidad, el incremento en su uso constituye un grave problema ambiental global. Este posicionamiento del gas natural como energía limpia en la región ha omitido importantes impactos ambientales como la liberación de metano a la atmósfera, las consecuencias de la extracción de este combustible en lugares cada vez más remotos, el costo ambiental y social de la extracción a cada vez mayores profundidades tanto en continentes como océanos, y la fuerte dependencia política con potencias energéticas exportadoras.

Con el objetivo de usar como combustible gas natural importado desde países productores en buques de transporte de gas natural licuado (GNL), a través de la operación de terminales marítimos como GNL Penco-Lirquén de Biobiogenera y el recientemente ingresado al Servicio de Evaluación Ambiental, GNL Talcahuano, una nueva generación de centrales termoeléctricas podría instalarse en la región. Hasta ahora, han ingresado al Servicio de Evaluación Ambiental los proyectos “Central termoeléctrica El Campesino” en la comuna de Bulnes, “Central termoeléctrica Tierra Noble” en Cabrero, cada una de estas plantas asociada a su terminal marítimo respectivo. Además, se proyecta la instalación de la central "Las Arcillas" en la comuna de Pemuco, propiedad de Engie Energía Chile S.A. (E-CL), cuyo principal inversionista es la transnacional energética GDF Suez y cuyo segundo mayor inversionista son fondos de pensiones.

Los opositores anteriormente han denunciado que la entrada al país de este tipo de empresas contribuyen a transformar los territorios habitados por los chilenos en zonas de sacrificio, particularmente, el gasoducto permitiría la entrada en funcionamiento de proyectos en Chillán, Pemuco y San Ignacio. “Estos proyectos, sin duda que irían en desmedro de las comunidades de esas comunas, transformándonos en zonas de sacrificio, tal como sucede actualmente en Coronel y Cabrero, lo que nos insta a continuar esta lucha apelando a todas las instancias legales e institucionales para frenarlo" señalaron.

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