[resumen.cl] El Senado ratificó por 23 votos a favor y 15 en contra el informe de la Comisión Mixta, del proyecto que moderniza el sistema de relaciones laborales conocido como Reforma Laboral. La “modernización” podrá convertirse en ley, tras haberse ratificado también en la Cámara de Diputados. La derecha tradicional anunció su apelación a la “tercera cámara” -el Tribunal Constitucional- donde buscarán detener lo poco rescatable de la Reforma.
Pese a los reclamos, paros y protestas de organizaciones sindicales, el Congreso aprobó finalmente la Reforma Laboral. La oposición de gran parte de los sindicatos de trabajadores se debe a varias razones y que se sintetizan en un Comunicado hecho público por la Unión Portuaria “Los escuetos avances que esta reforma trae para las y los trabajadores, como el fin de la extensión de beneficios -cuya impugnación en el tribunal constitucional ya está anunciada por la derecha-, se ven anulados por una larga lista de retrocesos.
Dentro de los retrocesos más evidentes y comentados se pueden mencionar: la calificación “pacífica” de la huelga, su inutilidad por la vía de los servicios mínimos y el reemplazo interno, la complejización del proceso de negociación colectiva, la votación cada cinco días de la oferta del emperador durante la huelga, la instauración de pactos de adaptabilidad, la restricción en la formación de sindicatos vía aumento de quórum de constitución, la reducción en la elección de delegados en sindicatos interempresa, la inexistencia de pisos de negociación y la voluntariedad de la negociación interempresa. Si bien esta reforma representa algunos avances para las organizaciones del mundo del trabajo, estos sólo se reducen a tres artículos, lo que no resultan significativos a la luz de los retrocesos ya nombrados.”
Si bien la calificación de pacífica de la huelga fue rechazada por el Congreso, su contenido se mantiene en la medida que se concibe como práctica desleal de los trabajadores impedir durante la huelga, por medio de la fuerza, el ingreso a la empresa del personal directivo o de trabajadores no involucrados en ella. Es decir, una huelga jibarizada. A ello se agrega que la huelga no lo será a secas, pues los sindicatos deben facilitar “equipos de emergencia” y proveer de los “servicios mínimos” a la empresa con la que conflictúan.
Con respecto a la negociación interempresa, se dispone que esta será obligatoria para las grandes y medianas empresas y voluntaria para las pequeñas y microempresas. A estos puntos se agrega concebir la subcontratación como una práctica desleal cuando los trabajadores se encuentran en huelga.
La derecha tradicional anunció que recurrirá al TC para impugnar la titularidad sindical, la extensión de beneficios, la negociación interempresa y el derecho a la información para la negociación colectiva.