El número de personas preocupadas por el futuro del planeta ha ido en constante aumento en los últimos años. Gracias a la concienciación colectiva, cada vez es mayor el número de ciudadanos de todos los países que mantienen conductas ecológicas y se preocupan por mantener un equilibrio entre el medio natural y el constante desarrollo humano.
Y es que frente al llamado funcionamiento circular de la naturaleza, en el que todos las materias se transforman y son reutilizadas, el hombre ha llevado un sistema lineal de extracción de recursos para desecharlos más tarde. Ante esto, quienes apuestan por mantener conductas más respetuosas con el planeta, aseguran que el secreto se encuentra en imitar al medio natural, reutilizando y reciclando. Un estilo de vida que puede conseguir un considerable ahorro en la economía diaria de cualquier familia.
Mantener una serie de medidas ecológicas en nuestro día a día no sólo paliará el desgaste que la humanidad ejerce sobre el medio a través de los avances tecnológicos, la generación de residuos y la explotación continuada de los recursos naturales, sino que, además, nos llevará a sentirnos en armonía y equilibrio con la Tierra.
Algunas de los mejores hábitos para ayudar al sostenimiento del planeta son:
- Separar las basuras. Este punto debería convertirse en el primer objetivo de cualquier persona que desee comenzar a llevar una vida más respetuosa con el medioambiente. Resulta fundamental desechar por separado el vidrio, el papel, el plástico y los residuos orgánicos, de cara a su posterior reciclaje. Dar una segunda vida a los que ya no necesitamos favorecerá de forma directa una explotación más consciente de la materia prima.
- Los medicamentos, el aceite y las pilas deben ser tratados con las máximas precauciones. Pocas sustancias son tan contaminantes como los componentes de las pilas y los aceites al contacto con el agua. El efecto negativo de las pilas sobre el medio ambiente llega a tal punto que una sola pila alcalina contamina 175.000 litros de agua, más de la cantidad que consumirá un ser humano en toda su vida. Resulta básico, por tanto, deshacerse de estos elementos en los contenedores especiales a tal fin cuando ya no sean necesarios. Los medicamentos caducados también deben llevarse a cualquier farmacia o centro de recogida específico, evitando que se arrojen a la basura.
- Optar por energías renovables siempre que sea posible. Aprovechar la energía de una placa solar para el funcionamiento de la vivienda supone un alto ahorro en electricidad y una ayuda para la sostenibilidad del planeta.
- Evitar la bañera y tardar poco tiempo en la ducha. El consumo de agua y energía que se realiza al llenar la bañera resulta muy superior al que se produce en una ducha rápida. Es importante recordar que el agua es un bien preciado y que su consumo de forma moderada favorece el aprovechamiento de los recursos naturales y una factura menos gruesa a final de mes.
- No arrojar basura al campo ni cigarrillos encendidos desde el coche. Cualquier desperdicio que dejemos en parques, jardines, fuentes o bosques, tardará cientos de años en descomponerse, y además de proporcionar una mala imagen al sitio en el que se arroje la basura, supondrá un peligro para la fauna y flora de la zona. Por otro lado, los cigarros tirados desde el coche ponen en grave peligro la naturaleza, por el alto peligro de incendios existente.
- Comprar objetos de segunda mano y priorizar los productos con envases reciclados en el supermercado. Además de reciclar, es fundamental que al comprar cualquier producto se observe detenidamente la etiqueta del envase priorizando los realizados en material reutilizado. Reducir la explotación de recursos pasa además por proporcionar una nueva vida útil a los objetos, comprando productos que ya han sido usados. Los muebles, la ropa y los libros son algunos de los productos más fácilmente adquiribles en negocios de segunda mano o en páginas web de http://www.yapo.cl anuncios online.
- Desenchufar los aparatos eléctricos cuando no se usen y sustituir las servilletas de papel por otras de tela. Otras buenas opciones para ahorrar energía en el hogar pasan por el uso de elementos que puedan ser reutilizados, como los trapos de tela o los frascos de vidrio, y por un consumo responsable de la electricidad, evitando dejar los electrodomésticos y aparatos con la lucecita roja.
- Controlar la presión de aire en los neumáticos. Tener las ruedas a punto evitará su desgaste prematuro y ahorrará más del 5% de combustible en relación con otro vehículo en el que no se controle la presión de las ruedas. Evitando su sustitución antes de lo necesario el bolsillo sufrirá menos y no se fabricarán más neumáticos de los necesarios, ayudando a la Tierra a oxigenarse.
- Comprar productos en envase familiar o de gran formato. Este hábito, fácil de realizar en cualquier familia, favorece el consumo responsable y el equilibrio entre el hombre y el medio natural, gracias al aprovechamiento de los materiales de envasado.