[resumen.cl] Durante toda la mañana de este miércoles profesoras, profesores y asistentes de la educación del colegio sanpedrino, se manifestaron en distintos puntos de Concepción. Esto, en sus palabras, con la finalidad de visibilizar sus demandas y la intransigencia que ha mostrado hasta la fecha la mesa negociadora del establecimiento.
Entre quienes comandan la representación del Colegio San Ignacio se encuentran: el sostenedor del colegio, un sacerdote jesuita y un miembro de la fundación San Juan del Castillo, organización a la que pertenece el establecimiento.
Cabe destacar que esta es la primera huelga en los 130 años de historia de esta institución, que no habría mostrado ánimos de negociar con su cuerpo docente sindicalizado. Las profesoras, profesores y asistentes de la educación, indican que llevan cuatro meses planteando propuestas y negociaciones sin llegar a buen puerto. Esto debido a la nula disposición de negociar que mostrarían sus directivos, situación que tiene hoy a 1.800 estudiantes sin poder retornar a clases.
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Cabe destacar que gracias a la presión ejercida por los y las funcionarias, desde el miércoles hasta la fecha, es que ayer representantes del colegio accedieron a una nueva mediación, guiada por la Inspección del Trabajo.
Para acompañar a su directiva en esta nueva instancia negociadora, las y los socios del sindicato llegaron hasta Concepción, donde se manifestaron en distintos puntos del centro penquista para emplazar a quienes controlan el colegio directamente.
Fue así como cerca de las 10:00 AM de la mañana, llegaron hasta el frontis del Centro Ignaciano, fundación administradora de dicho establecimiento educacional y ex sede del establecimiento. En el lugar, desplegaron lienzos y pancartas alusivas a la desigualdad en términos laborales que sufren.
A eso de las 11:00 AM realizaron una manifestación a las afueras de la Catedral de Concepción, para luego dirigirse por Barros Arana, hasta la plaza de los Tribunales. Desde ahí avanzaron en una marcha por San Martín hasta las oficinas de conciliación y mediación del Biobío, donde se manifestaron desde el mediodía en adelante.
La respuesta fue nuevamente intransigente por parte de la mesa negociadora del colegio, pero las y los trabajadores sindicalizados, indican que continuarán organizados y unidos.
En conversación con RESUMEN, Yinny Vera, presidenta del sindicato del colegio San Ignacio, comentó que “volvimos a exponer nuestros puntos sensibles, manifestando nuestros deseos de llegar prontamente a un acuerdo. Ellos manifestaron nuevamente que tienen un déficit económico y que no disponen de dinero como para poder solventar estos gastos, los que no dictan tanto de la negociación anterior, lo que también les dejamos en claro”.
La dirigenta agregó que el colegio San Ignacio informó que no tienen formas para poder llegar a acuerdo prontamente y que estarían estudiando una contraoferta a las demandas del sindicato.
Los puntos principales del petitorio son remediar el no-reconocimiento de su experiencia laboral; Negarles el beneficio a gratificaciones anuales para vacaciones, pues ven afectadas las bonificaciones exclusivas de su área por haber sido contratados y contratadas después de 2016; Por último, los “premios” a la antigüedad laboral, beneficio al que pueden acceder solo aquellas personas con 10, 20 y hasta 30 años de servicio.
Por lo pronto, siguen organizándose y estrechando lazos con el CEE y el Centro de apoderados y apoderadas del colegio sanpedrino, comunidad que desde el primer día de negociación ha sido informada del proceso.
Desde el sindicato enfatizaron en que la finalidad de manifestarse en Concepción se debe a que “necesitamos visibilizar nuestras demandas. Nuestro colegio queda muy retirado, en San Pedro de la Paz y queremos que la gente sepa que nuestro colegio está en huelga, no es una simple manifestación y son nuestros estudiantes los que se están viendo perjudicados”.
Para concluir Vera explicó que: “no estamos demandando cosas fuera de lugar y que tienen que ver con no discriminar, no hacer diferencia entre trabajadores de primera y segunda categoría. Queremos que nuestros socios se sientan motivados y que no se diferencie a las personas por sus años de servicio”.