La organización gremial APROJUNJI (Asociación de Administrativos, Auxiliares, Técnicos y Profesionales de la Junta Nacional de Jardines Infantiles) mantiene una paralización a nivel nacional de sus funciones, desde el 1° de mayo. Por Branco Moreno Caro
Las principales demandas del movimiento son la contratación de nuevos funcionarios para suplir las vacancias que perduran desde 2016 hasta la fecha, situación que produce una carga en el trabajo de las y los funcionarios y educadoras. Asimismo, aumentar los sueldos que están congelados desde hace 7 años, a lo que se suma la mejora de infraestructura en jardines. También, les preocupan las insuficientes raciones que JUNAEB está entregando, situación que se ha visto reiterada en diversos puntos del país y en diferentes niveles educacionales.
Desde la organización gremial entregaron un petitorio a la dirección nacional de la JUNJI en marzo de este año, el que fue recepcionado por la vicepresidenta del servicio, Daniela Triviño, quien en esa instancia manifestó que se revisarían las demandas, no obstante, hasta la fecha, no existe ningún avance concreto y las condiciones laborales, de alimentación y de infraestructura, siguen empeorando.
En la región del Biobío, el 4 de mayo, las y los funcionarios de APROJUNJI realizaron una marcha desde los tribunales de Concepción por calle O’Higgins, para mostrar su descontento ante las nulas respuestas que se han entregado y visibilizar la situación que termina afectando también a la niñez que asiste a los jardines.
El petitorio de la Asociación está dividido en 8 puntos claves, los cuales son: Mejoras en remuneraciones; nuevos cargos para JUNJI; recuperar los cargos de oficinas que se han perdido; contar con apoyo de tercero para párvulos; la garantización de auxiliares de servicios; la aseguración de una alimentación de calidad; la realización de un plan de mejoras de infraestructura; y la implementación de flexibilidad laboral.
Resumen entrevistó a la Secretaría Regional de APROJUNJI Biobío, Carolina San Martín Gazitúa, quien nos entregó detalles de las razones de la movilización, “La primera demanda tiene que ver con el servicio de alimentación a nivel del país, porque la calidad de servicio que cumple JUNAEB no es el adecuado, las minutas no se cumplen, hay poca fiscalización de parte de la institución y eso obviamente merma la calidad del servicio que nosotros entregamos a los niños, pero también a los funcionarios, creemos que la institución debe utilizar los mecanismos para cursar las infracciones y multas que correspondan”.
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Otro de los temas más relevantes es la necesidad de reponer los cargos de oficinas y aulas, al respecto la dirigenta comenta: “Lamentablemente, cargos de personas que han jubilado o han renunciado desde del 2016, hasta la fecha, no han sido repuestos. A ésto debemos sumar que no se han subido los grados de los funcionarios, por lo que los sueldos se han mantenido y son bastante precarios. Solo para ejemplificar, en el año 2016 teníamos 39 jardines clásicos en la región, hoy día tenemos 76 jardines clásicos, pero tenemos el mismo personal en las oficinas regionales, soportando casi el doble de jardines infantiles y también en las aulas, incluso hay directoras que han jubilado y las educadoras han tenido que tomar dobles funciones”.
La infraestructura de los jardines infantiles es una problemática grave, que afecta a cientos de niños en la región del Biobío: “en la región hay por lo menos 6 jardines con término anticipado de contrato, eso significa que jardines u obras que están con fecha de apertura del 2016 todavía están allí abandonados no se han podido terminar o gestionar esas obras. Un caso emblemático es el jardín de Costanera Sur, que en el año 2016 atendía alrededor de 194 niños, hoy día tiene una matrícula de 76 niños, que están en containers y además son arrendados, mientras la obra está abandonada y destruida, los niños no tienen acceso a áreas verdes. También está el caso del jardín Walt Disney y René Schneider de Hualpén”, fustiga San Martín.
Por otro lado, los demás jardines no mantienen las condiciones adecuadas para un funcionamiento óptimo -denuncian desde la organización gremial-, presentando problemas en las calderas que suministran de calefacción o de rampas y elevadores para personas con movilidad reducida. Además, la falta de auxiliares de aseo, cuyos sueldos no alcanzarían los 400 mil pesos mensuales, termina obligando a educadoras a realizar funciones de sanitización y limpieza de los establecimientos, aumentando sus jornadas laborales casi al doble.
Desde la agrupación nos manifestaron que se mantendrán las movilizaciones, solicitando directamente, mejoras inmediatas al Ministerio de Educación, a la vicepresidenta de la JUNJI Daniela Triviño, a la DIPRES (Dirección de Presupuestos de Chile) y a la Subsecretaría de Educación Parvularia, Claudia Lagos Serrano. “Creemos que hace falta una voluntad a nivel político del gobierno de poder ir mejorando y liberar los fondos que tanto necesitamos” finaliza la dirigente.
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