En los últimos artículos hemos comentado las muertes. Pero ¿qué pasa con los que quedan vivos? ¿Cómo vivir sin luz, sin agua, sin alimentos, sin trabajo y además con bombas?
Según la ONU, en la franja de Gaza, al menos 1.370 casas han sido destruidas y más de 22.000 personas han sido desplazadas durante los recientes ataques. Eso supone ya una crisis de vivienda. Pero esta se ve agravada por la parálisis de la única planta generadora de electricidad en la Franja debido a la falta de combustible. Las autoridades israelíes prohibieron el paso de fuel oil al territorio, uno de los más pobres y superpoblados del planeta, sometido a un bloqueo de bienes y mercancías desde 2006. La planta dejó de funcionar por completo debido a la clausura por Israel del paso de Kerem Shalom, confirmó el vicedirector de la empresa energética gazatí, Fathi al Sheikh Khalil.
La fábrica de electricidad disminuyó sus operaciones a 12 horas y después a seis por la disminución de sus reservas de combustible, precisó el funcionario. Hamas, la organización islamista palestina que gobierna en Gaza, tiene fondos para adquirir combustible, donados por Qatar en diciembre en medio de la tormenta Alexa que se abatió sobre el Levante y provocó temperaturas glaciales que aumentaron los sufrimientos de la población en la franja
En lo que se refiere al agua, los ataques aéreos israelíes, que han destruido los sistemas de agua y alcantarillado, y toda la franja está cerca de entrar en una crisis. "Dentro de unos días, toda la población de la franja podría estar desesperada sin agua", dijo en un comunicado Jacques de Maio, director de la delegación en Israel y territorios ocupados del Comité Internacional de la Cruz Roja. El problema es más grave aún por el clima, están en pleno verano y con calores infernales. "El agua se ha contaminado y los residuos se están desbordando, provocando serios riesgos de enfermedades", añadió Maio.
Varios ingenieros municipales de agua han sido asesinados en el conflicto y el proveedor del servicio de agua en Gaza ha suspendido las operaciones de campo hasta que la seguridad de sus trabajadores esté garantizada, según el ICRC, un organismo de cooperación independiente cuyos equipos han ayudado con reparaciones de emergencia.
Por su parte la ONG Acción Contra el Hambre nos envía una Nota de Prensa que nos habla de un millón de personas (más de la mitad de la población de la Franja) que necesita ayuda alimentaria urgente Más de 100.000 personas desplazadas, mercados que empiezan a estar desabastecidos, especialmente de los alimentos necesarios para los niños menores de cinco años, descargas de aguas residuales a las calles y el mar e interrupción del suministro de agua: “solo para dar de beber a los 100.000 desplazados serían necesarios 300 camiones cisterna diarios pero la movilidad en las calles de Gaza es extremadamente difícil sin un alto el fuego”, describe la ONG.
A veces parece que los muertos tienen buena suerte.