[resumen.cl] Este lunes, la vocería de Celestino Córdova entregó al alcaide de la cárcel de Temuco, una carta exigiendo a Gendarmería el cumplimiento de lo dispuesto en el Convenio 169 de la OIT, en cuanto al trato jurídico y carcelario que deben tener las personas pertenecientes a un pueblo originario. La iniciativa busca que el machi cumpla lo que queda de condena en su territorio, junto a su comunidad, rewe y familia.
La misiva se enmarca en la llegada del We Tripantru (año nuevo Mapuche) y en la responsabilidad espiritual que tiene el machi con su comunidad, situación hasta ahora obstaculizada por Gendarmeria, pese a lo suscrito por el Estado chileno en materia de DDHH y pueblos originarios.
Lo mismo hicieron en la Intendencia de la Araucanía, donde realizaron un punto de prensa, que la institución carcelaria ha puesto trabas incluso para permitir el ingreso de las redes médicas de apoyo al machi hasta el penal en Temuco y poder así evaluar su estado de salud.
Recordemos que recién el miércoles pasado y luego de múltiples tramitaciones, se concretó la visita del representante médico Luis Umaña en la cárcel de Temuco. El profesional constató el deteriorado estado de salud de Celestino Córdova, a más de un mes de iniciada su quinta huelga de hambre.
Con respecto a esta misiva, Cristina Romo, vocera de Celestino Córdova enfatizó en que “la comunidad reclama a su machi. Pide la vuelta del machi a su rewe y por lo tanto a su comunidad, porque ésta lo necesita... Durante todo este proceso de encarcelamiento forzoso, ha sido sometido a una tortura permanente, siendo alejado de su rewe, de su contacto con la Mapu (tierra)”.
Sobre las repercusiones que ha tenido para la comunidad Chicahual Córdova, por no contar con su Machi, Romo explicó que por todo el proceso de represión “la comunidad ha enfermado junto al Machi". Además explicó que "Hoy la comunidad se rearticuló nuevamente y por eso es que se han realizado estas acciones en Temuco, porque la comunidad lo está reclamando”.
En 2018, Celestino Córdova extendió por tres meses una huelga de hambre, exigiendo a Gendarmería que adecuara sus protocolos carcelarios como lo dispone el Convenio 169 de la OIT y le permitiera retornar por 48 horas a su comunidad. Después de 102 días sin ingerir alimentos y adquiriendo un deterioro irreparable en su cuerpo, el Machi pudo optar a dicha salida. Ésta se desarrolló con una asistencia de personas delimitada y contó con un enorme contingente de Carabineros y Gendarmería, repletando el perímetro de la comunidad Chicahual Córdova.
Sobre los incumplimientos por parte de Gendarmería, a lo mandatado por el Convenio 169 de la OIT, Cristina Romo se refirió al caso de los hermanos Trangol en Temuco. “Ellos están solicitando hace mucho tiempo pasar a un régimen semi abierto y trasladarse a un Centro de Estudios y Trabajo (CET), para poder tener contacto con la tierra, realizar labores propias del campo (sembrar, cosechar) ver a los animales, etc. Los tribunales acogieron su solicitud, pero Gendarmería no lo ha aplicado, pese a que ellos cumplieron con toda la normativa legal”.
En pocas palabras, independiente de lo dispuesto por la legislación internacional en materia de derechos humanos, Gendarmería de Chile omitiéndolo deliberadamente con los presos políticos mapuche. “Tuvimos que llegar hasta la Comisión de DDHH de la cámara de Diputados para que lo pudiera evaluar un médico de confianza el miércoles pasado” fustigó la vocera del machi Celestino Córdova.
Motivados por la paupérrima labor de Gendarmería de Chile en materia de derechos humanos, la vocería del machi presentó a principios de este mes una petición de cambio de medida cautelar en la Corte Interamericana de Derechos Humanos. “Con esto queremos dejar en claro que para el pueblo mapuche no existe justicia dentro de este país, por eso se debe recurrir a organismos internacionales para poder acceder a la justicia que no tenemos acá. Lo mínimo que le corresponde a este Estado es cumplir con lo que se ha comprometido ”, finalizaron desde la vocería del machi.