[resumen.cl] Una investigación de Ciper dio a conocer la situación a la que se enfrentan quienes trabajan como transportistas en la empresa Starken, controlada por Tur Bus, dando cuenta que son las y los trabajadores quienes deben cubrir los costos de un robo de carga, llegando a descontarles hasta cerca de $800.000 por dicho concepto.
La conocida empresa Starken, la cual se encuentra controlada por la familia Diez González (Tur Bus) -aquella a quién se le entregó el premio ESE en 2016 al igual que a Luksic en 2008-, le ha descontando a trabajadores transportistas hasta $790.000 por ser asaltados y que la carga sea robada.
Así lo acreditó una reciente investigación realizada por Ciper donde se tomó el relato de 7 transportistas de la empresa que dieron cuenta de la variación de su sueldo acorde a la cantidad de productos que deben repartir, encontrándose en el dilema de, ante un asalto, "defender la carga de manera temeraria o pedir préstamos para sobrevivir".
La investigación toma en cuenta el asesinato de Pablo Valdés, un trabajador que recibió un impacto de bala en su pecho a fines de marzo de este año luego de defender la carga que transportaba, a lo que se suman amedrentamientos y golpizas que han recibido otros trabajadores de la empresa por el mismo ejercicio.
A considerar, la investigación dio cuenta de una serie de consideraciones, como lo es que quienes se desempeñan como repartidores de Starken son contratados como proveedores del servicio de transporte, por lo que no son considerados como trabajadores regidos por el Código Laboral, siendo responsabilizados por las pérdidas de la carga que manejan.
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Asimismo, Ciper indicó que Starken aplica diversos descuentos bajo el concepto de multa a los trabajadores, pero que la motivación no es indicada, el cual se complementa con el ítem de liquidación conocido como "Reclamo", el cual hace referencia a los robos.
Consultada la empresa, esta respondió que los servicios de reparto "se regulan tanto por el contrato suscrito entre las partes, como por la normativa civil y comercial. En virtud de ello, resultan aplicables las medidas acordadas con antelación, respecto a extravíos, mermas, entre otros. Eventos que, acorde al contrato de servicios y normativa comercial, resultan de cargo a la empresa transportista".
El relato de las personas entrevistadas coloca en la discusión el cómo las y los trabajadores se deben enfrentar no solo a los efectos de salud que trae consigo un hecho traumático como un asalto, sino también hacerse cargo monetariamente de un robo donde, por ejemplo, se ha llegado a descontar hasta $790.000.
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Fotografía principal: Interferencia
