La Superintendencia del Medio Ambiente ha recibido en su primer año de gestión más de mil denuncias en contra de proyectos que cuentan con su Resolución de Calificación Ambiental vigente. La cifra llama la atención considerando que todas estas iniciativas han pasado por el visto bueno del Servicio de Evaluación Ambiental, lo que pone en duda la eficacia del sistema.
El Servicio de Evaluación Ambiental (SEA), es el órgano encargado de efectuar los estudios que permitan verificar, que un determinado proyecto, provocará o no un daño tal al entorno que haga inviable su ejecución.
Este instrumento permite introducir la dimensión ambiental en el diseño y la ejecución de los proyectos y actividades que se realizan en el país. A través de él se evalúa y certifica que las iniciativas, tanto del sector público como del sector privado, se encuentran en condiciones de cumplir con los requisitos ambientales que les son aplicables.
Por eso llama la atención que entre los datos de gestión entregados por la Superintendencia del Medio Ambiente en su primer año de existencia, se registren más de mil denuncias en contra de proyectos que cuentan con su Resolución de Calificación Ambiental (RCA) vigente, poniendo en duda la eficacia de este instrumento.
A juicio de las organizaciones sociales, el mayor problema con el que cuenta él SEA es la escasa capacidad fiscalizadora que posee. Esto porque no está dentro de sus atribuciones verificar si la información que entregan los responsables de los diversos proyectos es verídica o no.
Es decir, se actúa bajo la premisa de la “buena fe” de que lo indicado por las empresas corresponde a la realidad.
A esto se suma que no existen otras entidades que tengan la potestad de efectuar estas fiscalizaciones como denuncia la vocera de Alerta Isla Riesco, Ana Stipicic.
“En lo que se refiere a la contaminación de agua, ni siquiera la DGA puede ir a tomar muestras porque no le corresponde según ellos, tampoco salud, y en caso de nosotros que hicimos una denuncia de contaminación de agua de la que Superintendencia se hizo parte levantando cargos, sabemos que el agua está llena de sólido, está espesa, pero se le pide a la empresa que ellos levanten la calidad del agua, que tomen muestras y que digan que tienen, entonces eso es un temazo”, criticó la vocera.
Ana Stipicic agrega que el sistema actual es muy engorroso y no existe claridad ni tampoco información adecuada que permita a la ciudadanía acceder de mejor forma a sus derechos.
“Para las personas comunes y corrientes como nosotros, como cualquier persona que se siente afectada porque necesita tener información, o hace denuncias y espera respuestas, es súper complejo el procedimiento. No se sabe bien a quién dirigirse, quién tiene la responsabilidad y la facultad, después cuando envías la denuncia, por ejemplo, nosotros enviamos esta denuncia de la cual se hizo parte la Superintendencia, hace más de diez meses y se la enviamos a más de 100 autoridades y políticos asociados a los temas ambientales, entonces tú no sabes a quién te tienes que dirigir” detalló Ana Stipicic.
Para las organizaciones el sistema actual es muy burocrático, lo que finalmente termina por favorecer a los grandes consorcios empresariales, una consecuencia del modelo actual, como afirma la vocera del movimiento Freirina Conciente, Andrea Cisternas.
“Que exista todo esto de la Superintendencia del Medio Ambiente, esta Seremi de Medio Ambiente, pero no se trabajan con lo primordial. Todas las organizaciones mundiales han señalado que primero hay que proteger la vida y ellos han olvidado eso y están trabajando bajo el consumismo y el sistema neoliberal capital” enfatizó la vocera del movimiento de Freirina Conciente.
Para Andrea Cisternas la ciudadanía está tomando conciencia de la gravedad del problema ambiental: “Hay una gran burocracia y un gran manejo de este modelo, que trabaja para una minoría y se lleva todos nuestros bienes imponiendo estos mega proyectos a costa de la misma vida. La misma ciudadanía en Chile se está dando cuenta de esto, porque ven a su vecino que día a día va muriendo”, acotó.
Estos permisos ambientales son globales, abarcan todo el desarrollo de una actividad: desde el levantamiento de información, la consulta ciudadana y los impactos ambientales con sus respectivas medidas asociadas, hasta las etapas de construcción, ejecución y abandono de dicha actividad o proyecto.
El SEA, en caso de encontrar incumplimientos a la RCA de un determinado proyecto puede derivar los antecedentes a la Superintendencia del Medio Ambiente, pero esto sólo es posible una vez que la iniciativa ya ha sido aprobada sobre la base de la documentación entregado por la propia empresa interesada.
Como dato agregar, sólo durante el mes de octubre, un total de 18 proyectos relacionados con la generación y transmisión eléctrica fueron presentados ante el Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) los cuales completan una inversión total de US$1.314 millones.
En comparación con septiembre del 2013, la cantidad de proyectos presentados ante el Servicio de Evaluación Ambiental aumentó en un 25%.
Fuente: http://radio.uchile.cl/2013/11/13/superintendencia-de-medio-ambiente-cantidad-de-denuncias-pone-en-duda-eficacia-del-sistema