[resumen.cl] CONAF reconoció este hecho en un comunicado indicando que estaba haciendo una investigación para aclarar lo sucedido. La Corporación Forestal además señaló que eran plantines, sin especificar el tamaño y que supuestamente solo se dañó un adulto al cual le cortaron unas ramas. Para analizar la situación Resumen recogió las opiniones del vecino de la comuna de Cañete Edgardo Flores, fundador y encargado del área de Biodiversidad y Conservación de la Fundación Nahuelbuta Natural.
Así lo dio a conocer El Mostrador, a principios de este mes de marzo, cuando informó que 40 araucarias habían sido taladas por parte de CONAF. El grave hecho se registró en el Parque Nacional Nahuelbuta en la región de la Araucanía en donde se encuentra una de las reservas más importantes de araucarias, siendo uno de los pocos lugares en donde se encuentra esta especie fuera de la Cordillera de los Andes. La gravedad también guarda relación con que la especie se encuentra declarada como monumento natural en 1990 además de estar en peligro de extinción.
Edgardo Flores de la Fundación Nahuelbuta Natural explica que “Independiente del tamaño de los ejemplares, la situación es grave porque la araucaria está en peligro de extinción en la zona, y la especie está amenazada por una serie cuestiones que han influido en la disminución de las poblaciones o en su estado de desarrollo. Suponemos que al interior de las áreas silvestres protegidas por el Estado, como es el Parque Nacional Nahuelbuta, es el lugar donde de mejor forma se podría garantizar la conservación de estas especies. Sin embargo, en este caso, ocurrió justamente lo contrario”. Además Flores enfatizó en que "Es necesario encontrar a los responsables, no solo quienes cortaron los árboles, sino también quienes dieron la orden que son los encargados de que este tipo de situaciones no ocurran. Es necesario que se conozca lo que pasó, la magnitud del área intervenida, y que se conozca las acciones a seguir, garantizar que esto no vuelva a suceder. Tenemos solo información parcial, no hay información oficial".
El especialista además agregó que “una de las condiciones que se da en Nahuelbuta es que cualquier intervención, por menor que parezca, es sumamente significativa, sobre todo cuando hablamos de especies que estén en categoría de conservación, como en el caso de la araucaria araucana. La cordillera de Nahuelbuta está principalmente amenazada por las transformaciones de que ha sido víctima a lo largo de la historia. Las grandes quemas en la época de la colonización, la minería del carbón posteriormente y la presión de la industria maderera que es probablemente la que ha provocado las transformaciones más significativas en Nahuelbuta el último tiempo. Por tanto los ecosistemas y las especies están comprimidas y fragmentadas en un territorio donde las especies intentan subsistir y reponerse lentamente a estas intervenciones, es complejo en un territorio que ya no tiene la condiciones para tolerar más intervenciones de esta naturaleza. Es una situación complicada que espero que no se repita con esta especie ni con otra”.
Para finalizar Edgardo Flores explicó que “la sustitución de bosque nativo por plantaciones forestales, la larga historia de perturbaciones e intervenciones que ha tenido Nahuelbuta a través de los años, van influyendo en que los ecosistemas sean particularmente frágiles, muchas de las especies que aún subsisten en Nahuelbuta lo han hecho de forma muy precaria, por tanto estas intervenciones resultan complejas por la fragilidad de sus ecosistemas”.
Hasta la fecha CONAF no ha dado explicaciones para la grave situación que provocó con la corta de esta especie en peligro de extinción. Llama la atención la poca cantidad de cortafuegos en las zonas de borde urbano-rural, también llamada interfaz, carreteras y otras áreas, en donde las empresas forestales son precariamente fiscalizadas, en relación a la implementación de cortafuegos. En ese sentido que se realicen cortafuegos talando especies en peligro de extinción, en vez de especies como el pino y el eucalipto es una situación grave e inexplicable que ameritaría sanciones y explicaciones por parte de la CONAF y las autoridades pertinentes.