Robinson Silva Hidalgo / resumen.cl
Una serie más de mafia italiana, sí, puede ser, pero esta vez es una serie italiana sobre la mafia, es decir, una producción pensada desde la mafia propiamente romana: Suburra, sangre sobre Roma. El nombre ya tiene mucho sentido en el habla italiana, la palabra suburra hace alusión a un lugar de baja estofa, que proviene de la época imperial, este fue un barrio habitado por las capas más pobres de la antigua Roma, entonces, desde el nombre se nos pone en condición de todo tipo de contravenciones a la ley y de una forma de vida marcada por el delito. La producción de Netflix tiene una película previa (2015) y está basada en la novela del exjuez devenido en escritor Giancarlo de Cataldo.
La primera producción en formato serie hecha en Italia por Netflix no pudo tener un mejor comienzo, tomando un género que identifica perfectamente al país y que bien saben hacer allí, tiene dos temporadas y la tercera a punto de estrenarse. Suburra cuenta con actuaciones descollantes, como la del protagonista, Aureliano, protagonizado por Alessandro Borghi (En mi propia piel, 2019, premio David de Donatello a la mejor actuación) y Franceso Acquoli, Samurai en la ficción (Adults in the room, 2019, de Costa Gavras) que realiza un jefe de la mafia impecable, complejo y dramático.
La gracia es introducirse en una serie con diálogos inteligentes, donde la sangre y las escenas de acción son las precisas, y muy bien hechas por lo demás, aquí lo importante es entender cómo funciona Roma, la cultura del delito que permea desde el Vaticano, pasando por la política y expandiéndose a vastos sectores de la sociedad. Se entiende que la mafia es, entonces, una forma de constituir el poder, de manejar la vida propia y la de los otros a pesar de haber nacido sin ninguna opción en la vida, todo ello revestido de una justificación cultural apuntalada por siglos de argumentos.
La historia, basada en hechos reales, no podía ser más adecuada y se basa en la especulación inmobiliaria sobre un pueblo costero cercano a la ciudad eterna, sobre ese disparador se teje el argumento de la historia, que incluye a gran cantidad de personajes del más diverso tipo y que luchan por controlar el negocio y sus derivadas en medio del capitalismo salvaje de las primeras décadas del siglo XXI; es muy interesante como se entrelazan las características del neoliberalismo corrupto con la cultura delictual ya milenaria en Italia, ese es un gran mérito, pues quedaba servida la posibilidad de caer en caricaturas inaguantables a estas alturas del partido y eso no ocurre para nada.
Cabe solo señalar, y finalizando, que otra de mafia nunca viene mal, pero la buena factura y, sobre todo, la inteligencia con la que se escribió el argumento y su impecable realización nos lleva a pensar en todas las opciones que el capitalismo brutal les entrega a las personas para violentar, matar y destruir; en ese contexto de avidez por el dinero no es de extrañar que la mafia goce de una excelente salud en Italia y más allá también. Suburra, sangre sobre Roma nos pone en situación, nos actualiza y es un gran ejemplo de la capacidad de un género para mirar desde sí a la sociedad de hoy.