Este viernes 22 de Julio desde las 10,30 am, nuevamente marcharon desde la fábrica ubicada en Ejército entre Aníbal Pinto y Caupolicán, hasta la Catedral de la Plaza Independencia de Concepción, los trabajadores de El Ferrol denunciando las condiciones paupérrimas en que se encuentran.

Un trabajador explicó a Resumen, que son tres meses ya que no reciben sus salarios y que están realizando una olla común dentro de la fábrica para los que están más necesitados y sus familias.

“Hacemos colectas, pedimos en la calle y así hemos podido mantener la olla común. Lo poco y nada que nos llega, lo hacemos que llegue a las casas de los que están peor” Consultado por la posibilidad de la petición de quiebra de la empresa, nos señala que son alrededor de 180 personas que llevan trabajando más de 11 años de servicio y que perderían el resto de sus indemnizaciones. Cabe recordar que frente a una quiebra los trabajadores reciben como tope un máximo de indemnización equivalente a 11 años de servicio.

Los trabajadores llevan tres meses sin recibir salarios y 18 meses sin que se les paguen sus imposiciones de salud y AFP. Problemas similares arrastran desde agosto del 2010. Por ello interpusieron una demanda por Fraude Laboral.

Luis Morales, presidente del sindicato 1, nos señala que la demanda que interpusieron en tribunales contra sus empleadores por fraude laboral, está en proceso y el 8 de agosto tendrían la primera audiencia preparatoria del juicio. “Nosotros estamos cumpliendo nuestro horario de trabajo en forma normal, estamos todo el día dentro de la fábrica sin actividad alguna, esperando que digan los tribunales o la intervención directa de las autoridades nacionales a través de la Ministra del Trabajo”

Nos aclara que son 307 trabajadores afectados por esta situación y que junto a sus familias forman un conjunto de alrededor de 1300 personas.

La marcha se detuvo frente a la tienda Gacel ubicada en Aníbal Pinto llegando a Freire, donde realizaron una funa a la tienda señalando que los calzados Gacel los fabricaban ellos con altos estándares de calidad, y que lo que vende hoy la tienda son productos de inferior calidad, importados desde países asiáticos.

La protesta llegó hasta la Catedral de la Plaza Independencia, en la cual se le sumaron estudiantes movilizados, donde se realizó un discurso explicando su situación y su ánimo de no dar su brazo a torcer frente al abuso patronal. La actividad terminó con una marcha de vuelta hasta la fábrica.

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