[Escuela Sindical UdeC] El día viernes 29 de diciembre se realizó la votación del sindicato de trabajadores de la empresa serfoinza, una de las compañías subcontratadas que le prestan servicio a Frontel, parte del grupo Saesa.

Los trabajadores han señalado que, hasta ahora, la propuesta de la empresa contratista están muy por debajo de los verdaderos intereses, los cuales son simples, mejorar sus remuneraciones, beneficios, derechos y calidad de vida.

Los dirigentes sindicales señalan que la compañía, por desgracia, tiene un trato que infringe la ley en varios aspectos, ya que tienen problemas con sus contratos individuales, se realizan extensas jornadas extras por sobre lo permitido y a varios trabajadores se les obliga a llevar sus propias herramientas para realizar las labores para las que fueron contratados, entre varias infracciones más.

También indican que este mismo día viernes presentaron un reclamo ante la inspección del trabajo ya que la compañía no cumplió con los requisitos del piso mínimo que entró a regir con la reforma laboral el 1 de abril de 2017, ya que no solo presentó su última oferta fuera del plazo legal, sino que además no contempla ninguno de los beneficios que actualmente están percibiendo los trabajadores afectos a la negociación, dejándolos en la indefensión ante las formalidades que exige la ley, esperando que la inspección del trabajo pueda sancionar a la compañía por infringir el principio de buena fe.

El proceso de negociación está llegando a su etapa final ya que luego de la votación, si es que ninguna de las partes pide la mediación obligatoria, el sindicato deberá irse a huelga.

Lo compleja de la negociación es el modelo de funcionamiento de la economía flexibilizada, ya que su real empleador es la mandante FRONTEL, empresa eléctrica del grupo SAESA, pero debido a la externalización de servicios que permite la norma jurídica, solo pueden negociar hasta la fecha con la compañía contratista serfoinza, la cual actúa fuera de la legalidad en varias circunstancias que han sido reclamadas en distintas oportunidades.

La asamblea del sindicato espera que, ante la presión concreta de una eventual huelga, la compañía pueda efectivamente otorgarles los elementos que consideran indispensables para mejorar sus vidas y las de sus familias con motivo de su trabajo.