En Radio Bío Bío se publicó una noticia que habla de la empresa española Transcom como preocupada por el bienestar de sus trabajadores, diciendo que "desde 2006 le da trabajo a más de mil personas, velando además por el bienestar de sus empleados tras el terremoto que afectó a la zona."
Transcom es una empresa del mundo de los call center. Tiene como trabajadores a telefonistas que hacen ventas y responden consultas a los clientes de la empresa de telefonía Orange, que funciona en el Estado Español.
El artículo concluye planteando "que en la compañía telefónica (trabajan) muchas mujeres, que rondan los 25 años y que algunas son madres solteras que necesitan mantener sus hogares. Por ello, es de vital importancia que el capital extranjero siga invirtiendo en la Región del Bío-Bío".
La perspectiva por la que se entiende al empleo como un acto pro social de parte de los empresarios es generalizada, y tiende a propagar la idea que el empleo es un favor de los empresarios a quienes viven de su trabajo. Sin embargo, hace tiempo que la ciencia económica estableció que la producción de riquezas la hacían los trabajadores, por lo tanto, sin ellos no hay producción y menos empresas.
Las empresas buscan ahorrarse gastos y generalmente, esto corre por parte de los trabajadores. Para una empresa transnacional, la disminución de los gastos en mano de obra, se expresa en que trasladan sus centros productivos a donde esta sea más barata, y Chile es un buen lugar.
Salarios mucho más bajos que los que deben pagar en Europa, un código laboral funcional a su "ahorro" y una organización sindical débil para lograr conquistas. Quizás para ocultar esta realidad, es que Transcom les prohíbe, a los telefonistas, decirle a los clientes de España que están llamando de aquí, de Chile.
Entre España y Chile hay 6 horas de diferencia. Cuando allá son las 8 am aquí son las 2 am y los trabajadores deben adecuarse a este horario. Los mimutos para ir al baño y para comer están contados al segundo y si no son cumplidos se aplican descuentos en el salario. De favores y de comprensión; nada.