La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) condenó al Estado chileno por discriminación y por vulnerar los derechos humanos de Karen Atala, al quitarle la tuición de sus hijas por su condición sexual. En el acto de desagravio que ordenó la CIDH estuvieron, ministros de Estado y ministros de la Corte Suprema. La organización del acto y la asistencia de altos funcionarios de gobierno y del Estado es un reconocimiento implícito de que efectivamente se vulneraron los derechos básicos de la jueza: la justicia tarda pero por alguna parte llega. Al parecer este no es el caso de los jóvenes mapuche asesinados en el Wallmapu.
Alex Lemun Saavedra -asesinado de un balazo en la cabeza el 2002 a los 17 años-, Matías Catrileo Quezada -asesinado de un balazo por la espalda el 2008 a los 23 años- y Jaime Mendoza Collio -asesinado de un balazo por la espalda el 2009 a los 24 años-, tres jóvenes mapuche que participaban de un proceso de reclamación de tierras que ancestralmente pertenecieron a comunidades mapuche, fueron asesinados por miembros de Carabineros de Chile en los gobiernos de Ricardo Lagos y Michelle Bachelet.
Los tres responsables y confesos de los asesinatos de estos jóvenes permanecen en las filas de la institución. Los tres crímenes pasaron por la justicia militar. En los casos de Alex Lemun y Jaime Mendoza, la Corte Marcial anuló los cargos de violencia innecesaria con causa de muerte, aduciendo defensa propia. En el caso de Matías Catrileo, a pesar de la sentencia de tres años y un día y la inhabilitación absoluta para ocupar cargos u oficios públicos y la inhabilitación absoluta para ejercer derechos políticos, el agente policial hoy sigue en las filas de Carabineros.
En los tres casos la investigación interna realizada por Carabineros determinó que ninguno de los funcionarios policiales tenía culpa en los actos en los cuales dieron muerte a los jóvenes mapuche: todos habían actuado en defensa propia. La Corte Marcial y el alto mando de Carabineros estuvieron alineados, al igual que en la dictadura, para amparar la más absoluta impunidad.
Estos hechos no difieren de lo ocurrido hace no mucho tiempo, situación por la que algunos funcionarios del actual gobierno dicen arrepentirse por no haberse dado cuenta en su momento. Se trata de los muchos dirigentes políticos de oposición que conocieron y sufrieron personalmente de los abusos de poder de los agentes del Estado, de instituciones como la Iglesia Católica que lucharon contra la tortura y el respeto a la vida. Al parecer por ahora cada uno tiene sus propios afanes y no es reclamar por la violación al derecho más básicos de todos, el de la vida.
Es posible que en un futuro no muy lejano la CIDH condene al Estado chileno por estos y otros casos que ocurren a diario en el Wallmapu. Entonces veremos a connotados dirigentes de turno rasgar vestiduras por los hechos ocurridos. Claro está que no es necesario esperar que la justicia nos venga desde afuera para detener los abusos de poder que están pasando hoy aquí.
PD: Los connotados carabineros de Chile que asesinaron a Alex Lemun, Matías Catrileo y Jaime Mendoza, son: Marcos Treuer Heyssen (Mayor), Walter Ramírez Inostroza (Cabo 2do.), Miguel Jara Muñoz (cabo 1ero). A todos ellos la patria hoy les rinde honores y los protege.