Una inédita decisión tomó -en fallo dividido- el Tribunal Oral en Lo Penal de Punta Arenas, que absolvió este lunes a J. A. O. de los delitos de plantación, cultivo y cosecha de marihuana y ordenó que se proceda a la devolución de las especies incautadas no sujetas a destrucción.
Siguiendo el ejemplo de las últimas decisiones tomadas por la Corte Suprema en torno a los consumidores de cannabis, el tribunal austral determinó que las 16 plantas de cannabis sativa descubiertas en enero de este año en el hogar del acusado, estaban destinadas para el consumo personal, exclusivo y próximo en el tiempo.
Así, los magistrados sostuvieron su decisión aludiendo a que el acusado “(…) registra un consumo crónico de cannabis sativa desde hace muchos años, con una alta adicción a dicha sustancia y encontrarse sometido actualmente a un tratamiento, tanto médico como psicológico, para paliar los efectos de la abstinencia que se le produjeron con el hallazgo de la plantación de cannabis sativa que mantenía en su domicilio”.
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Y añade, por tanto que: “Lo anterior da cuenta de que el acusado resulta ser un claro y alto consumidor de cannabis sativa, lo que justifica la plantación de dicha droga que fue hallada en su domicilio, por lo que su conducta, si bien típica en términos penales, resulta encontrarse justificada por nuestro ordenamiento jurídico, al haberse establecido con tales probanza que el hallazgo de las mismas, estaba destinada solamente a su consumo, personal, exclusivo y próximo en el tiempo, desplazando la presunción de antijuridicidad de la misma”.
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De esta manera, tras absolver al perseguido por el Ministerio Público, el tribunal ordenó la devolución al imputado de todas las especies incautadas que no estuvieren sujetas a destrucción “esto es, dos carpas con sus respectivos armazones, dos reflectores con ampolletas, dos ventiladores, dos fuentes de poder, dos temporizadores, dos termómetros, una malla, una pesa digital negra, un teléfono celular marca Samsung negro.”
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