[resumen.cl] Pocos teóricos y científicos han sido tan polémicos como Wilhelm Reich. Postuló tempranamente, en su libro “La Función del Orgasmo” de 1927 que «la destructividad sádica generalizada de nuestra época es el resultado de la prevaleciente inhibición de la vida amorosa natural». Discípulo de Freud y Marx intentó integrar sus ideas para demostrar que la represión en el ámbito sexual y económico estaban profundamente entrelazadas. Inspiración para movimientos de liberación sexual, así como flanco de criticas por proponer teorías "seudocientíficas", Reich siempre se mantuvo en la polémica por sus ideas. Expulsado de los círculos psicoanalistas y marxistas, constituyó uno de los referentes más heterodoxos de estas corrientes.
Wilhelm Reich fue un médico y psicoanalista nacido un 24 de marzo de 1897 en el imperio austrohúngaro. Discípulo de Freud, pronto rompió con su maestro por tener diferencias políticas irreconciliables con él. Al igual que el anarquista Otto Gross, de quien se dice que legó varias ideas centrales en el pensamiento de Reich, denunció que Freud buscaba utilizar el psicoanálisis para el control social. En cambio, Reich planteó que el psicoanálisis podía y debía ser una herramienta de liberación y emancipación. Tempranamente comenzó a mezclar las ideas del psicoanálisis con el marxismo, lo cual generó una singular síntesis de pensamiento. Sin embargo, tanto los círculos comunistas como psicoanalistas lo rechazaron por lo radical de sus teorías, tachándolo de poco riguroso en el ámbito científico, o lisa y llanamente de loco.
Durante gran parte de su vida investigó los orígenes autoritarios de la civilización, llegando a la conclusión de que el patriarcado y la familia autoritaria eran sus raíces. Recalcó la importancia negativa de la figura autoritaria del padre, una especie de Estado en miniatura en cada núcleo familiar, el cual reforzaba la supuesta necesidad de gobiernos despóticos. Postuló, además, que la represión de la sexualidad desde que somos niños y niñas constituye un eje central para mantener sujetos dóciles, desvitalizados y obedientes al sistema. Siguiendo investigaciones antropológicas, Reich llegó a la conclusión de que antes del orden autoritario patriarcal, existió una cultura matrística en donde la represión sexual no existía. Reich fue uno de los primeros investigadores que planteo la función orgánica y saludable de una sexualidad plena, llevándola más allá de su función meramente reproductiva como postulaban posturas conservadoras o religiosas. Además fue uno de los primeros hombres de los círculos comunistas y anarquistas, junto con Otto Gross, que postuló la necesidad de la emancipación femenina como condición ineludible para una verdadera revolución.
Según Reich, existe una correlación histórica, por un lado, entre sociedad pre-patriarcal, ligada a un comunismo primitivo libertario, igualdad económica y libertad sexual, y, por otro lado, entre sociedad patriarcal, represión sexual, propiedad privada y estratificación social por medio de la riqueza y el sistema capitalista. En esta línea postuló que la inhibición de la expresión libre y natural de la bioenergía (gritar, reír, llorar, correr, moverse, saltar, explorar sexualmente el propio cuerpo, etc.) pasa a ser la principal arma en la creación de personalidades conservadoras y reaccionarias. A partir de sus teorías se desarrolló la terapia bioenergética, corriente de sanación que busca romper las corazas neuromusculares del individuo para su sanación. Esta terapia fue el resultado de las investigaciones de Reich que fueron reinterpretadas por el médico y psicoterapeuta Alexander Lowen que concluyó que mente, cuerpo y energía vital funcionan unitariamente. De esta manera cuando se presenta un suceso traumático en la vida de una persona no solo surgen problemas emocionales, sino bloqueos en las corrientes energéticas de su cuerpo, todo lo cual origina padecimientos repetitivos (dolores o enfermedades) o problemas de claridad mental e irritabilidad.
En su libro “Psicología de masas del Fascismo”, explicó como estas represiones sexuales y bioenergéticas, junto con la instalación del padre y la familia autoritaria, constituían las bases psicológicas para el ascenso del nazismo en Alemania. En este libro concluyó que “el núcleo de la política cultural de los reaccionarios es, pues, el problema sexual. De este modo, es el problema sexual el que debe colocarse en el centro de toda política cultural revolucionaria”. Llama la atención lo actual de sus teorías en un mundo en donde distintos regímenes conservadores en lo político se caracterizan por su lenguaje agresivo contra el mundo de la diversidad sexual y las mujeres. Por escribir estas ideas tuvo que escapar de Europa por la persecución nazi y se instaló en Estados Unidos en donde continuó sus investigaciones y creó el concepto de orgón, proveniente de la energía del orgasmo. Luego de años de investigación fue llevado a prisión tras ser acusado de fraude y postular ideas inmorales.
En los últimos años de su vida se acercó a ideas liberales, tras ser permanentemente rechazado por sus colegas psicoanalistas y marxistas que en su mayoría jamas compartieron sus ideas. Pese a todo varios de sus postulados e investigaciones siguen siendo objeto de análisis e inspiración para diversos grupos. Siempre en la polémica y perseguido políticamente por distintos gobiernos e instituciones, Wilhelm Reich falleció un 3 de noviembre de 1957 en una cárcel de Estados Unidos, después de ser quemadas toneladas de sus manuscritos y material de laboratorio por el gobierno norteamericano. Para algunos un adelantado para su época y revolucionario, para otros un charlatán, Wilhelm Reich sigue siendo uno de las figuras del psicoanálisis y el marxismo más interesantes y polémicas de la historia.
Fotografía: www.bbc.com