[resumen.cl] Por increíble que parezca, a pesar de la congestión vial, el colapso de las redes sanitarias y por el riesgo que implica la construcción en altura en suelos de pésima calidad para la construcción, las autoridades municipales y las empresas inmobiliarias siguen levantando grandes edificios en el histórico barrio de Puchacay. En este contexto, la Asamblea Barrio Puchacay, surgida al calor del estallido social, ha desarrollado diversas jornadas de debate e información con los vecinos sobre la amenaza inmobiliaria en el barrio.
Estas jornadas han incluido el desarrollo de charlas, debates, puntos de información, jornadas puerta a puerta y material audiovisual. Sin embargo, la amenaza inminente de un edificio de 16 pisos que ha empezado a construir la inmobiliaria Lontué SPA en Avenida Collao ha despertado las protestas de la comunidad, quienes con carteles y cacerolas se han manifestado en oposición a este proyecto.
Vecinos y vecinas están muy preocupados ya que existe un riesgo significativo al construir edificios de altura en estos terrenos. Esto debido a que el suelo de este sector presentó una serie de daños durante el terremoto de 2010 asociado al fenómeno de licuefacción, como se constata en los estudios de emergencia que desarrolló SERNAGEOMIN en la región. Este fenómeno ocurre cuando estos suelos arenosos y saturados en agua, llegan a comportarse como un fluido frente a las potentes vibraciones asociadas a las ondas sísmicas. Aún cuando posterior al terremoto de 2010 se generaron cambios en la norma chilena de construcción, no existe una normativa especial para este dañino fenómeno, y diversos expertos internacionales desde el área de la ingeniería insisten en que los parámetros usados actualmente no son los más adecuados para la evaluación de su potencial acción y sus reales efectos.
En este sentido, los estudios de las empresas constructoras se rigen por la débil normativa de los reglamentos municipales, sin poder garantizar realmente la integridad física de quienes habitarán estos edificios, ni tampoco de sus vecinos.
Vecinos indican que “Nos llama la atención la rapidez con que han surgido estas obras en altura, no solo en el eje Collao-Novoa, sino además en Los Lirios, Los Fresnos, calle Antonio Varas, Callejón Puchacay" Este histórico barrio, que presenta recurrentes inundaciones al corresponder a la llanura de inundación de los ríos Andalién y estero Nonguén, se están llenando de edificios de altura, sin que nadie vea el riesgo al que se expone a los vecinos.
Los vecinos y vecinas además se encuentran preocupados por otras consecuencias que estas edificaciones traen para la comunidad, y que tienen que ver con la congestión de redes de alcantarillado, menor presión de agua, congestión vial, contaminación, problema de retiro de residuos y basuras y ruidos molestos. Por otro lado, es aún más crítico los efectos de largo plazo, como la pérdida de identidad y la descomposición social de un barrio al que los vecinos de concepción reconocen como de buena calidad de vida.
"Nos seguiremos manifestando, no dejaremos que conviertan la destrucción del barrio Puchacay en un negocio inmobiliario” indican los vecinos