Vecinos y vecinas de San Pedro de la Paz, en conjunto con la Red de Humedales del Bíobío denuncian que hace dos meses se habría llevado a cabo una tala de árboles nativos dentro de la Laguna Grande, por parte de la Compañía General de Electricidad (CGE) y que posterior a esto, nunca despejaron el lugar, presentando un inminente peligro de incendio para el sector.

Por Antomella Becerra Norambuena

Recordemos que, el lugar fue reconocido a inicios de este año, junto al Humedal Los Batros, como Santuario de la Naturaleza, otorgándole, supuestamente, la protección de toda su flora y fauna, compuesta por más de 200 hectáreas de vegetación. Esta situación implica que cualquier acción de intervención dentro de este sector debiese ser investigada.

Pese a lo anterior, y según las declaraciones de Cecilia Concha Caro, vecina del sector y parte de la Red de Humedales del Bíobío, han debido presenciar situaciones de tala de árboles nativos a manos de empresas como CGE. Expresa que, al consultar al municipio sobre la situación, le habrían comunicado que, para dicha tala, no habrían solicitado los permisos pertinentes. Tras dos meses del suceso, nadie ha retirado los árboles cortados.

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“La denuncia es un llamado de atención a la negligencia de parte de las autoridades municipales que no se preocupan realmente por conservar aquellos espacios naturales considerados como santuarios, ni la municipalidad ni el departamento de medio ambiente hacen nada por protegerlo”, enfatizó Concha.

Con la finalidad de evitar posibles incendios que podrían llegar a localidades aledañas al santuario, solicitan el despeje del área donde están los árboles talados.

De la misma forma, frente a la inminente llegada de los juegos panamericanos 2023 que se desarrollarán en la Laguna Grande de San Pedro de la Paz, acusan la urgencia de solicitar estudios de impacto ambiental para asegurarse de que tan coherente es la realización del evento en el lugar.

Considerando que la actividad perjudica el ciclo anidación de las aves, “una vez más todo lo que sale en las normas y el cómo se debe respetar un santuario, la municipalidad y las empresas lo pasan por alto y no podemos permitirlo” concluyó la vecina sanpedrina.

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