En el sector Bellavista de la ciudad de Tomé hay 18 familias que han sido expropiadas de sus terrenos y casas donde, hasta el momento habitan. Las banderas negras y los lienzos que denuncian engaño y perjuicio por parte del Estado, llaman la atención de cualquiera que pase por el lugar.
Resumen conversó con Roberto Vergara, quién narró que en septiembre recibieron la notificación de que sus terrenos serían expropiados, pues por el lugar pasará la remodelada Avenida Latorre, que se ensenchará, ocupando el espacio donde hoy los vecinos viven. De las 18 familias afectadas, seis han sido notificadas de que su expropiación será total y el resto será de una parte del terreno, aunque es cuestionable si los vecinos podrán seguir viviendo ahí.
Roberto, que ya tiene 64 años está angustiado, al igual que el resto de sus vecinos, ve cómo el Estado los despoja de su lugar en el que vivió más de cuarenta años, heredada de sus abuelos. Sin embargo, el problema es más crudo que la nostalgia. María Garrido, vocera vecinal explica que el valor al que el Estado le ha avaluado sus casas es inferior al costo que realmente tienen e incluso han sido tasadas de manera incorrecta, describiendo los terrenos y a las viviendas con menos metros cuadrados que los que efectivamente tienen.
María cuenta que los vecinos están recibiendo entre 15 y 20 millones por la expropiación, lo que es insuficiente para poder comprar otra vivienda y en condiciones similares a las que viven ahí. "Acá estamos al lado de la playa, salimos a la calle y está la locomoción, sabemos que nuestras casas valen mucho más de lo que nos están dando". Al lado de su casa, se construye un edificio que aparenta ser un nuevo negocio inmobiliario, en que cada uno de los departamentos costará más dinero que el que el Estado otorga a cada propietario por lo expropiado.
Los vecinos coinciden en el reclamo por la ausencia y engaño del alcalde. Roberto narra que fueron citados a una reunión, dónde éste se comprometió a bregar por que los montos del avalúo y la expropiación fueran coherentes a sus necesidades y al valor de la propiedad, no obstante después de esto, ha eludido cualquier contacto con los vecinos.
La fecha de expropiación es este 15 de enero, sin embargo los vecinos están dispuestos a resistir. No les queda otra alternativa, los que han recibido el dinero de la expropiación, no encuentran ninguna vivienda de tal valor y no pueden gastar esta plata en arriendo.
Las expropiaciones han sido un tema recurrente en varios lugares que con el tiempo han ganado plusvalía y han despertado el interés de constructoras e inmobiliarias. En Concepción, puede destacarse la situación de Aurora de Chile, que detonó el escándalo Van Rysselberghe. También puede nombrarse a los vecinos del borde costero de Dichato, a los de de Villa Futuro de Chiguayante y a los de Camilo Olavarría en Coronel. Todos ellos han sufrido los embates del negocio inmobiliario, amparado por las instituciones del Estado y sus representantes.