La comunidad de Los Molles en la región de Valparaíso se encuentra atravesando un complejo escenario de demandas múltiples hacia las autoridades. Entre ellas, la construcción de un edificio de seis pisos sobre el Humedal Estuario, además de derramamiento de aguas servidas sobre el mismo, colapso de redes de alcantarillado y poca claridad acerca de la fiscalización que requieren todos estos procesos que afectan profundamente el medio ambiente y la calidad de vida de sus habitantes. “Estamos amenazados con esta tormenta que amenaza con destruir nuestro territorio”, expresan los vecinos.
Por Valentina Luza Carrión
En el norte de la región de Valparaíso se encuentra situado un balneario junto a la caleta Los Molles. Este lugar es reconocido por su gastronomía, riquezas naturales, playas y centros de buceo que llaman gran confluencia de turistas en las épocas de verano.
Pero también, se encuentran importantes santuarios naturales como el Parque Puquén y el Humedal Estuario Los Molles. Este último es el que se ha visto amenazado durante las últimas semanas por una construcción de seis pisos, sobre las tierras del mismo humedal.
Desde el Colectivo Cabildo Ciudadano, se han organizado fehacientemente por evidenciar las irregularidades que preocupan los vecinos y vecinas. Entre las cuales contemplan tres ejes: protección de los humedales, detención y/o regulación de mega proyectos inmobiliarios y emisión de informes confiables sobre uso de agua y alcantarillado.
El vocero de la organización Cabildo Ciudadano, Nicolás Ferrero, en conversación con RESUMEN comenta que se han construido dos megaedificios en la rama lateral del humedal y que prontamente se está pensando en comenzar un tercero. Sumado a ello, se tienen proyectados condominios sobre la misma playa que colinden hacia el santuario natural, además de estar a metros de la línea de la marea. Todo en una zona inundable que fue rellenada con los escombros producidos por la construcción de la Ruta 5 Norte.
También puedes leer:Comunidades de Melipeuco rechazan instalación de hidroeléctrica en río Truful Truful
Es así, que la comunidad se encuentra trabajando sobre estas líneas de acción para defender su territorio de las diversas amenazas. En el plano administrativo, y después de un esfuerzo de varios meses, se logró que la Municipalidad de La Ligua solicitara al Ministerio del medio Ambiente la inclusión de su humedal en la lista de humedales urbanos, protegidos por la reciente Ley 21.202.
Pero mientras esta solicitud sigue su curso en un proceso que demora meses, ya hay trabajos de movimiento de tierra en una zona que aún se inunda cada invierno al estar situada a muy pocos metros sobre el nivel del mar.
Solución a problemas de alcantarillado
El dirigente comenta que, son problemas que se intensifican y conectan entre sí. Además del crecimiento de las megas construcciones autorizadas sin claridad del impacto medioambiental, todo ocurre en una localidad en que las empresas de agua potable no han sido capaces de satisfacer las demandas de la población.
Al respecto, Ferrero enfatiza en que “la red de alcantarillado no da abasto. Colapsó el verano pasado dado el aumento de personas, derramando aguas servidas sin tratar por las calles del pueblo”. Bajo este argumento es que también las comunidades cuestionan la factibilidad de estas construcciones que podrían complicar a los locatarios.
A pesar de esto, comenta que la misma empresa otorgó el informe de factibilidad de agua y alcantarillado para la construcción del nuevo edificio, el que fue cuestionado incluso por la Dirección de Obras Municipales, aunque sólo ocurrió después de otorgar el permiso de construcción.
“Nosotros veníamos cuestionando esto desde principio de año, las empresas de agua potable actúan como aliado a estas empresas. A raíz del derramamiento de aguas servidas, se ofició al Servicio de Recursos Sanitarios, para que explicara porque ofrecía permisos a estas construcciones, no teniendo abasto en nuestra localidad”, fustiga Ferrero.
Por otra parte, los vecinos están solicitando a diversas autoridades que se fiscalice a la empresa sanitaria, tanto por su incapacidad para cumplir con sus obligaciones con la comunidad, como por el otorgamiento de informes de factibilidad que no es capaz de sustentar.
“Hasta el día de hoy no hay respuesta. Ya van en el piso seis. Tenemos problemas con la empresa de agua potable que no nos entrega un buen servicio, y las aguas hervidas lo derrama a canales que van directo al Humedal”.
Protección de la naturaleza y la comunidad
El impacto medioambiental sobre el tesoro natural amenazado del Humedal Estuario los Molles, mantiene preocupados/as a los/las vecinos. Este se conecta con la playa uniéndose al mar varias veces al año, posee una rica fauna local y constituye un sitio de descanso de aves migratorias, teniendo en toda su extensión una riqueza de biodiversidad que en opinión de los vecinos, debe reconocerse y cuidarse.
Comentan que, el humedal ya ha sufrido un enorme deterioro por el derrame de basura y escombros en su cauce, por la actividad humana no controlada en su entorno y por el derrame de riles de aguas servidas generadas por la empresa de agua potable. El daño ecológico ha sido de gran impacto.
“Nadie entiende cómo la Dirección de Obras Municipales entrega da permiso para la construcción de estas obras tan grandes, considerando que no damos abasto con el alcantarillado que ya existe” comenta Ferrero y agrega que “la curva de consumo aumenta en el agua potable con estas construcciones.”
Al expresar dicha inquietud y emplazar a la empresa constructora RB Inmobiliaria, señalaron que sí cuenta con la capacidad de otorgar dicha agua potable a los edificios, algo que los vecinos y vecinas ponen en duda.
“Se empieza a matar la vegetación y la fauna nativa del humedal, ya está destruido. Aquí llegan aves migratorias. Estamos amenazados con esta tormenta que amenaza con destruir nuestro territorio. Hacen que el público venga hacia el turismo, a pasear y todo a Los Molles. Pero no hay reconocimiento de la calidad de vida y medioambiente de nuestra zona”, sostiene el dirigente.
Proyección de la comunidad
Las demandas desde los vecinos/as son claras y se sustentan en los tres ejes mencionados en sus demandas al Concejo Municipal. Al respecto, son enfáticos en que han buscado los caminos burocráticos y sociales para encontrar soluciones, pero que han sido poco o nada escuchados.
“Sentimos que nos escuchan, pero que no se concreta nada. Nos hemos contactado con diversas autoridades para pedir fiscalización de la empresa, que entreguen oficios, etc. Pero nunca recibimos respuestas directa de las demandas.”
En el aspecto judicial, la comunidad está preparando la presentación de un recurso de protección en favor de los vecinos de Los Molles considerando que en caso de terremoto o tsunami, las barreras conformadas por la cadena de nuevos condominios impedirán la evacuación de la parte baja del pueblo y de las personas que se encuentren en la playa.
“A pesar de la buena voluntad, el conjunto del Estado no reacciona a estas cosas. Nosotros a principios de año estamos trabajando en tres líneas: acudimos al área administrativo directo a la Municipalidad de La Ligua, que nos ayuden y soliciten al Ministerio del Medioambiente la protección de nuestro Humedal.”
Según lo comentando por Ferrero, aquella solicitud ha tenido un progreso, pero se está en la espera del papel que finalmente confirme la declaración de santuario al humedal, que logre protegerlo bajo el alero de la ley.
“Pedimos la fiscalización de la empresa de agua potable y ahora estamos trabajando desde el lado judicial, para recibir alguna respuesta. También desde la movilización de los mismos vecinos/as. Asimismo estamos pidiendo que desde el Municipio se hagan parte, porque son nuestros representantes. Que usen sus atribuciones para realmente incidir por nuestro bienestar. Pensamos en un desarrollo orgánico, que obras publicas vayan fiscalizando, que sea todo pensando en las comunidades”, expresa Ferrero.
Junto a estas acciones, las organizaciones sociales de Los Molles continuarán llamando a la movilización de los vecinos para llamar la atención de la población y de las autoridades, mientras no existan medidas concretas para solucionar lo que ellos califican como un atentando al medioambiente, su calidad de vida, el ecosistema y la biodiversidad de todo un pueblo.