Hartos de soportar una dieta determinada por los altos costos de los comestibles y acceder a alimentos  transgénicos,  los vecinos agrupados en el Consejo de Pobladores y el Centro Cultural Eureka  junto a la comunidad de la población Porvenir, Chiguayante,  decidieron  cercar un sector, limpiarlo, desmalezarlo y comenzar la instalación de la escuela agroecológica.

Luego de constantes intentos de acceder por la vía legal a este terreno, los vecinos decidieron tomarse el espacio, que antes  que ellos lo trabajaran, era parte de un espacio desértico  que solo servía para botar desperdicios. “Debemos aprovechar las cosas que nos ofrece la naturaleza, por ejemplo  el follaje, el pasto que pareciera que no sirve para nada, nosotros lo utilizaremos para hacer una abonera , lugar donde sacaremos el  abono orgánico lo que implica que nuestras semillas serán naturales”.

Ruth nos cuenta que el objetivo es recuperar la forma agraria de alimentación junto con los principios ecológicos, es decir, “recuperamos las cosas como se hacían antiguamente, sembrar una lechuga, porotos verdes, papas etc; cuando hablamos de ecología hablamos de algunos principios  que significan cuidar el medio ambiente”.

Los vecinos comentan que ellos propician una nueva relación con la naturaleza “nosotros cuidamos la naturaleza y ella nos da para comer”, asimismo la señora Elvira, vecina que trabaja activamente en la huerta, nos señala que ella valora esta actividad porque “aquí nosotros cosechamos vegetales libres de químicos, alimentos sanos, totalmente naturales “.

Conscientes del negocio que realiza el empresariado con su derecho a alimentarse, los vecinos proponen una nueva forma de relacionarse y de aprender: crear una cultura propia, pero también recuperar sabidurías populares, asimismo levantar la idea de un trabajo solidario, en colectividad,  gestionado y administrado por ellos.

La organización de la huerta

Los vecinos distribuyeron los espacios de la huerta en dos sectores. Un sector que funcionará como huerta y el otro como área de reciclaje. En el primero tendrán una lombricera, plantarán papas en neumáticos, aboneras, hileras de cultivos que de acuerdo a la época serán porotos, melones, cebollas, tomates, perejil, cilantro, cebollín, habas, arvejas, es decir, todo lo que más puedan. En el  área  de reciclaje pretenden hacer 6 vasijas en madera, identificadas cada una para reciclar vidrios,  botellas, latas, cartón y reciclaje verde, es decir, desechos orgánicos.

Aunque la mayoría de las casas tienen patios pequeños y encementados, igualmente  se puede realizar huertas , afirman, algunas técnicas son sembrar en torres de neumáticos, en cajones de tomate con tierra, entre otras formas.

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