El lunes 04 de enero, a las 4:00 de la madrugada comenzó el incendio que arrazó con la Vega Monumental de Concepción. De este día en adelante, los locatarios han tenido que reconstruir parte de su vida, pues buena parte de ella la han hecho en la Vega.
Fueron unos 740 locales quemados, que dependían de 450 locatarios, pues algunos arrendaban más de un local. No puede establecerse con precisión la cantidad de personas que trabajaba en la Vega, pues concentraba una gran cantidad de empleo informal, pero con seguridad sobrepasaba las mil personas.
Un poco de Historia
La señora María Sanchez, que llegó a la Vega cuando recién se inició, nos cuenta que ellos venían de una gran feria que se hacía en Concepción. Esta feria recorría, por Caupolicán, desde Maipú hasta Manuel Rodriguez. Eran largas columnas de puestos que en 1980 se trasladaron a la actual Vega, con la promesa de las autoridades de la época que el lugar donde llegarían sería de ellos, al cabo de unos años.
Una de esas autoridades era Enrique Van Rysselberghe Martinez, abuelo Jaqueline y alcalde designado por Pinochet entre el `75 y el `79. El lugar sería lo que hoy conocemos como la Vega Monumental.
La señora María ha pasado los 30 años trabajando en la Vega y todavía no es dueña del lugar donde trabaja. Al cabo de unos años, el siguiente alcalde designado, Claudio Arteaga (`79 al `88) vendió la Vega a privados, siendo este el origen de los actuales dueños de la Vega; Soferco. Arteaga ha sido reelecto Consejero de la Región del Bío Bío y no se ha pronunciado en torno a este problema.
La Vega hoy
Hasta antes del terremoto, habían 110 locatarios trabajando en el frontis de la Vega, por la Avenida 21 de Mayo. Habían otros 35 que están en Capitán Orella, detrás de la Vega (sector de los estacionamientos). Habían 20 locatarios que trabajan en el patio de camiones y el resto ha emigrado a otros lugares.
En la tarde del domingo 21 de febrero, mientras los 110 locatarios del frontis de la Vega se disponían a descansar. Cuadrillas de hombres llegaron, con fierros, chuzos y máquinas de soldar. La intención era romper el pavimento, sobre el que ponen sus puestos con mercadería y cercar el frontis de la Vega para impedir que ellos siguieran trabajando ahí.
Para los locatarios, las intenciones de Soferco son claras; que el terreno ya no sea usado para la Vega y menos que ellos sean quienes trabajen ahí.
El Incendio: Negocio detrás de una catastrofe.
Margarita Bastías, presidenta de la Asociación Gremial de Locatarios, nos dice de que hay muchas situaciones que les impiden conformarse con las explicaciones que la fiscalía regional dio para el origen del incendio; un corte circuito.
-Al momento de arder la Vega, habían 4 focos simultaneos que rodeaban su estructura.
-La mañana del lunes 04 de enero, cuando todo ya estaba destruido, Soferco entregó a algunos locatarios un documento por el que se comunicaba la caducación del contrato de arriendo de locales. La fecha del documento era domingo 03 de enero, un día antes del incendio.
-Cuando los locatarios y la justicia le han solicitado documentos, Soferco ha dicho que se les quemaron en el incendio, junto a su oficina. Sin embargo sus computadores no se quemaron, ya que días antes se los llevaron a las oficinas de Salazar e Israel (detrás de la Vega), donde hoy tienen su despacho.
-Fue público que muchos locatarios tenían dinero guardado en cajas fuertes, al interior de sus negocios. A los días después, muchos locatarios pudieron darse cuenta que sus cajas fuertes no estaban destruidas por el fuego, sino que estaban abiertas, sin los billetes ni las monedas.
-Dos semanas antes del incendio, Soferco ordenó fotografiar todos y cada uno de los locales. Hoy reclama el pago de seguros por la destrucción de la infraestructura y la de los locales. Margarita dice que los locales son de ellos, pues casi todos fueron construidos por ellos mismos y cuando Soferco los construyó, los locatarios pagaron por ello. $1.200.000 por un local grande y $600.000 por un local pequeño.
-A días del incendio se dijo que la demolición de la Vega iba a hacerse en presencia de la directiva de la Asociación de Locatarios, pero la realidad no ha sido así. Nos cuentan que nunca fueron convocados formalmente y que sólo llamaron a algunos que vieron como las retroexcavadoras removieron las ruinas, impidiendo ver algún rastro de lo que antes estuvo ahí.
La ayuda
A las dos semanas del incendio comenzó a entregarse un subsidio de emergencia de parte del Estado, administrado a través de Sercotec (servicio de cooperación técnica). Este se componía de 3 subsidios; uno al capital de trabajo que se perdió, el otro a la actividad económica interrupida por el incendio y el otro era un subsidio a la mano de obra para quienes tenían personal con contrato de trabajo.
La mayoría recibió un poco más de un millón de subsidio y no más de 10 locatarios alcanzaron los 5 millones que los funcionarios decían que la mayoría iba a recibir.
Los contratos de Soferco: Ayer y Hoy
Antes del incendio, el local más barato de arrendar costaba 60 mil pesos mensuales. Más los gastos comunes (aseo y seguridad), el agua y la electricidad, podían ascender a 150 mil pesos.
El cobro de la electridad era arbitrario, no obedecía a ningun criterio fijado entre las partes. Cuando se atrasaban en el pago del arriendo, Soferco cobraba interés.
Los locatarios que recién llegaban, debían pagar un "derecho a llave". Es decir, una cuota inicial de 650 mil pesos para poder obtener un local en la Vega.
Después del incendio, Soferco estableció convenios más cuestionables todavía. Según nos cuenta Margarita, comenzaron a hacer contratos de arriendo mensual con los locatarios situados en el sector de la calle Capitan Orella. Estos fijaron clausulas como las siguientes:
-Obligación del firmante a renunciar a cualquier trámite legal en contra de Soferco.
-Soferco podrá subir el costo del arriendo cada 3 meses, según lo indique el IPC. No se establece que pasará si el IPC disminuye.
-El atraso en el pago del arriendo se penalizará con una multa del 1.5% del valor del arriendo.
-El atraso en el pago del arriendo que supere los 15 días podrá ser motivo de desalojo.
Un Resumen
Para los locatarios, el incendio constituye el medio por el que Soferco los quiere echar. Los intereses de sus dueños, según los locatarios, son los de construir un nuevo centro comercial, pero que no los albergue a ellos.
Sergio Molina, vocero de Soferco, los ha ignorado, jactándose del amparo que le ofrecen los tribunales, dicen los locatarios. Lo cierto es que los trabajadores de la Vega están en la más completa incertidumbre y también los vecinos de Concepción ven como se extingue el tradicional centro de aprovisionamiento de alimentos, que durante los dias posteriores al cataclismo, cumplió un importante papel.
Foto: Vega destruida por las cuadrillas que rompieron el cemento del frontis.