[resumen.cl] El gobierno de la República Bolivariana de Venezuela, a través de su canciller Jorge Arreaza, llama a España a respetar la democracia y la liberación de los presos políticos catalanes, llamado a que sea el diálogo y no la violencia la forma de tratar la crisis.
Así fue anunciado este viernes por la cuenta en twitter del Canciller venezolano, Jorge Arraeza, dando en un gesto de solidaridad internacional con el pueblo catalán; además instó al gobierno de Mariano Rajoy a la liberación de los presos políticos y a respetar los derechos humanos "de los presos de conciencia", haciendo un llamado al diálogo como forma de solucionar los conflictos.
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La acción diplomática de Venezuela destaca por ir a contracorriente de la línea que ha asumido la buena parte de la comunidad internacional, como algunos países europeos con sus propios conflictos de autonomía y Estados Unidos. Caso anecdótico es el chileno, que desde el primer momento su canciller se cuadró con el Estado español, haciendo un torpe llamado a aplicar la constitución del país (declaración ajena a sus facultades como diplomático) y avalando la represión y encarcelamiento de los dirigentes catalanes.
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De esta manera la República Bolivariana de Venezuela hace un llamado explícito al Reino de España a aplicar la democracia, a la liberación de los presos políticos catalanes y condena la represión.
La injerencia española en la política venezolana
Punto aparte son las tensiones del reino español con su excolonia. Desde la llegada de la "Revolución Bolivariana" ha habido intromisión en la situación interna de Venezuela respecto a su política económica y la instauración de un proceso que se configuraba entonces como de transición al socialismo.
El año 2002 el gobierno de Chávez fue víctima de un Golpe de Estado gestado desde Estados Unidos y con participación activa del gobierno de Aznar. El embajador de España en Venezuela, se reunió días antes con Pedro Carmona, que fue instalado en el poder por los golpistas durante el día en que fue efectivo el golpe antes de la restauración del gobierno y la vuelta al poder de Hugo Chávez. Madrid fue uno de los pocos gobiernos que reconocieron la legitimidad del gobierno tras el Golpe de Estado y a la autoridad de Carmona, sin haber rectificado nunca hasta hoy.
El 10 de noviembre de 2007, en una cumbre de jefes de Estado en pleno Siglo XXI realizada en Chile, figurase la pintoresca figura de un rey mandando a callar a un presidente con la recordada frase de Juan Caros Borbón a Hugo Chávez.
El apoyo por los gobiernos españoles, tanto del PP como del PSOE hacia la oposición venezolana, ha sido constante. En la línea recurrente de cuestionar la legitimidad de cada proceso electoral, tras el inicio del proceso constituyente este año, España desconoció los resultados de la conformación de la Asamblea Nacional Constituyente.
Con el "plebiscito" fuera del sistema electoral convocado por la MUD, la cosa fue distinta, pese a no contar con colegio electoral, registros, ni padrón, el gobierno de Rajoy sí lo reconoció.
Finalmente, tras las elecciones de gobernadores de octubre de 2017, que permitió al oficialismo obtener 18 de los 23 estados, el gobierno español se sumó a las declaraciones de la oposición respecto a los cuestionamientos a la legitimidad del proceso. En estas elecciones que provocaron un quiebre y una profunda crisis en la MUD, el canciller español hizo un llamado a la oposición a mantenerse unidos para poder hacer frente al gobierno. Ante esto su contraparte venezolana respendió:
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