Si algo caracteriza a la mentalidad que se ha gestado desde la ilustración hasta la actualidad, es la visión mesiánica que envuelve el concepto de progreso, la fe en el desarrollo ilimitado. La sociedad capitalista se a energizado bajo esa idea que nos promete un futuro cada vez mas abundante. Pero… ¿Qué abundancia nos prometen? Básicamente nos prometen incesantemente la abundancia de productos y mercancías. Nos prometen la abundancia material, pero… ¿Qué podemos decir de la abundancia de relaciones sociales satisfactorias? No, esa abundancia no es la que promete el capital, todo lo contrario, hasta la fecha, y con todos nuestros super-adelantos tecnológicos, las relaciones sociales y comunitarias se han debilitado al máximo. La vida de las personas se gesta en un entorno individualizado, en donde cada vez tenemos un contacto mas frió con nuestros pares. Mientras algunos acceden a formas de sociabilidad, bastante mediocres por lo demás, mediante la tecnología, otros se ven preocupados de sobrevivir.
De mas esta decir que la fe en el progreso ilimatado, es una ideología fraudulenta. No se puede pretender un crecimiento ilimitado en un mundo que no lo es. Nuestro planeta es finito, por tanto no podemos crear una abundancia infinita, es un proyecto irrealizable, es la utopía del capital. Lo cierto es que esta mentalidad esta destruyendo nuestro entorno y nos esta llevando a una de las peores crisis ambientales de la historia de la humanidad, ¿Aún debemos guardar fe en el progreso?
Uno de los pilares en los que se funda esta utopía es la creencia de que los adelantos tecnológicos son la panacea de nuestro tiempo. Lo cierto es que la tecnología, en muchos casos, se ha transformado en un aparato de dominación y sufrimiento. Desde las jornadas laborales automatizadas en las fabricas, hasta la bomba atómica sobre Hiroshima. En la actualidad es la ciber-tecnología la que revitaliza el proyecto capitalista del progreso ilimitado. Actualmente pareciera que contra mas Ipods, Laptops y ciber-mercancias más nos acercamos a la consumación de la libertad individual. Las redes sociales se han transformado en un espacio de “democracia y libre expresión”. Pareciera que cualquier adelanto cibernetico es un paso magnifico para la humanidad, es lo que se conoce como ciber-fetichismo. Sin embargo, esta visión adolece del mismo problema que siempre a existido en el capitalismo: la fe en el progreso ilimitado, la tecnología y la tecnica como agente liberador. Lo cierto es que la ciber-tecnologia, el Internet en este caso, puede ser tanto un espacio de liberación, como también un lugar de alienación. A continuación un vídeo que muestra algunas de estas paradojas que configuran a Internet como un sofisticado espacio de control social y conformismo activista, algo a lo cual medios de contrainformación virtual podrían perfectamente estar aportando. Que disfruten el video.
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