Más de 350 manifestantes han sido detenidos en Francfort (oeste de Alemania) tan solo en las primeras horas de la protesta organizada por, entre otros, el colectivo Blockupy (https://blockupy.org/en/) por la inauguración de la nueva sede del Banco Central Europeo (BCE). Se contabilizan a esta hora 35 heridos y 190 afectados por el gas lanzado por los antidisturbios. Los organizadores de la manifestación estiman en al menos 10.000 los manifestantes ante la sede del BCE.

Un portavoz del movimiento anticapitalista Blokupy ha declarado que la reacción policial es "sobredimensionada" y que la policía ha creado un "escenario de guerra civil". El barrio financiero está militarizado. Las autoridades locales siguen recomendando a la población de los barrios afectados que no salga de casa.

Las marchas comenzaron con violentos enfrentamientos entre los agentes antidisturbios desplegados en la ciudad, que reprimíeron sin piedad, y grupos de manifestantes, que resistieron incendiando contenedores de basura y varios coches, incluidos vehículos policiales.

La Policía ha recurrido a cañones de agua para dispersar a los manifestantes en distintos puntos y ha ampliado el perímetro de seguridad en torno a la nueva sede, que ha costado 1.300 millones de euros.

"Somos activistas de diversos movimientos sociales, críticos con la globalización, parados, trabajadores en precario, sindicalistas... y procedemos de muchos países europeos", se definen a sí mismos los integrantes de Blokupy. Con una filosofía anticapitalista y antiglobalización, a la vez que crítica conelneoliberalismo económico y social, se proponen cercar hoy la sede del BCE en una especie de asedio.

En la manifestación, en coincidencia con la inauguración oficial de la nueva y espectacular sede de la entidad europea, Blokupy espera unos 10.000 asistentes. Pero los actos represivos han comenzado esta madrugada. Varios cientos de manifestantes, a los que la policía, que tiene tomado el barrio financiero de Francfort, reprimía cuando intentaban acercarse al edificio del BCE, han comenzado a incendiar coches y arrojar bombas caseras contra las fachadas de varios edificios bancarios y diversos elementos de mobiliario urbano.

El edificio del Ayuntamiento de Francfort también ha sido alcanzado por las piedras y varias ventanas de su primer piso han resultado rotas. "Nos gustaría que nos escuchasen sin recurrir a la violencia", ha declarado uno de los manifestantes a la radio local. "Ante todo denunciamos la construcción de una Europa de dos velocidades, la del 1% ultra veloz para los capitales y los recortes y la del 99% basada en el control ciudadano, en las prohibiciones y en las excepciones de los derechos fundamentales".

Tanquetas de la policía han construído barricadas de protección para impedir a los manifestantes acceder a los alrededores de la millonaria sede bancaria. En furgonetas dotadas con servicios de megafonía, la policía advierte por las calles cercanas a la estación de ferrocarril que los detenidos por disturbios o destrozos serán castigados con "fuertes multas", eufemismo que en realidad significa palazos, gases y patadas.