Este martes, los trabajadores de W.S.F.Food Services cumplieron 34 días en huelga, durante los cuales los representantes empresariales se han negado a sostener conversaciones con ellos, mientras reemplazan con rompehuelgas a los 70 que permanecen en huelga.
En su mayoría son mujeres jefas de hogar y esta es su primera experiencia de lucha sindical. Laboran en casinos de diferentes plantas, tales como las plantas procesadoras de productos marinos Foodcorp y Blumar, Clínica Universitaria, Clínica Bio Bio, Papeles Concepción y Compañía General de Electricidad.
Exigen un alza en el bono de trabajo nocturno, que hasta ahora es de $1000, a $1500, sin embargo la empresa mantiene su ofrecimiento inicial de $22 de aumento. También exigen un aumento del salario correspondiente al IPC y un bono de término de conflicto de $200 mil, lo que siguen rechazando.
A las marchas y protestas afuera de la sede W.S.F.Food Services en Concepción, se ha sumado la protesta que los trabajadores fueron a hacer a la casa del gerente Alex Seeaman en el barrio de Lonco Norte (Chiguayante) el 31 de diciembre. No obstante, esto no ha sido suficiente para lograr que éste y la empresa cedan a sus mínimas exigencias.
Para Lorena Arias -presidenta del sindicato-, la estrategia empresarial apunta claramente a desgastar a los trabajadores, sobretodo a partir del descuento en sus salarios por los días no trabajados. Sin embargo, la organización y los aprendizajes que el movimiento sindical ha adquirido a través años de lucha, los ha ayudado a mantener la movilización. Esto porque, al estar afiliado a la Constramet, han podido acceder a un fondo de resistencia de huelgas que garantiza por treinta días un pago proporcional al salario mínimo mensual, de acuerdo a los días de paralización. Lorena afirma que este fondo ha impedido que los huelguistas hayan perdido grandes porciones de su salario, pues la mayoría gana el salario mínimo.
Foto: Trabajadores frente al domicilio de Alex Seeaman
W.S.F.Food Services: 23 días en huelga y todos con rompehuelgas