Editorial

Lo peor del invierno pasó, y la capacidad de aguante no solo de los damnificados, sino de todos aquellos que vivimos las consecuencias diarias de la tragedia, fue puesta a prueba por las autoridades. Hoy ellos celebran la pasividad con que la población se tomó su ineficiente gestión. La reconstrucción avanza a ritmo de barcazas, y los beneficiados son las grandes empresas en manos de los mismos que nos gobiernan. La impunidad de las instituciones del Estado ONEMI y Armada están garantizadas, lo mismo que las empresas constructoras e inmobiliarias.

Hoy La Moneda necesita dar un giro y concentrar nuevamente su política asistencialista, de repartir limosnas a los pobres, en Santiago. En la última encuesta CEP, es categórico el aumento del rechazo al gobierno en la capital. Asimismo nuestra región verá como las promesas se dilatan o se diluyen en el tiempo y Concepción profundizará más la decadencia iniciada tras el golpe militar, con la implementación de sus políticas desindutrializadoras.

Mientras tanto los presos políticos mapuche iniciaron una huelga de hambre para presionar al gobierno sobre su injusta situación, como las violentas condiciones de vida en que el estado chileno ha sumido a sus comunidades. Nuevamente se iniciaron procesos de recuperación territorial, en Cautín y Malleco, además de algunos latentes en la provincia de Arauco. En Santiago y Temuco también se reactivó la movilización de los estudiantes secundarios, quienes ocuparon 8 liceos.

Ambos movimientos han encontrado a un gobierno en actitud de reprimir con violencia al movimiento social. El gobierno de la derecha llegó con las botas puestas. De esta manera, si en algún momento surge la protesta de esta región por el abandono en que quedó, ya sabemos cuales serán las medidas que adoptarán.

Este aire fascista también se reconoce en su política internacional. Chile junto a México, acaba de reconocer al gobierno golpista de Honduras y prepara junto a este país y Colombia -país de las bases militares yanquis y presidentes paramilitares- la conformación de un eje regional con el objetivo de agredir a Venezuela y cualquier otra nación de la región, que opte por un camino de verdadera independencia política y económica, al margen de los centros de poder económico-financieros y militares a nivel mundial.