Los sabotajes de los rebeldes yemeníes se enmarcan en las acciones de solidaridad con el pueblo palestino y, como han manifestado, no se detendrán hasta el cese de los ataques del ejército israelí contra la Franja de Gaza, que ya ha causado más de 30 mil víctimas civiles, principalmente mujeres y niños.
Por Joaquín Pérez
Medios israelíes dieron cuenta este lunes de la exitosa acción de los rebeldes hutis en contra de cuatro cables de fibra óptica submarina que conectan Asia, Europa y África, lo que provocó cortes de servicios de comunicaciones a los sistemas AAE-1, Seacom, EIG y TGN.
Los ataques de los rebeldes hutis comenzaron en el Mar Rojo, contra todo barco que se dirigiera al puerto israelí de Eilat, como declaró Muhammad al-Bukhaiti, miembro del Consejo Político Supremo del grupo Huti "Ansar Allah”: "Aunque EEUU logre movilizar al mundo entero, nuestras operaciones en el Mar Rojo no cesarán a menos que cese la masacre en Gaza. No renunciaremos a la responsabilidad de defender a los mustazafeen (oprimidos) de la Tierra".
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La situación en el Mar Rojo ha escalado. Estados Unidos y Reino Unido han instalado una flota internacional frente a Yemen y realizando continuos bombardeos contra el país. Hay que agregar que la Unión Europea pretende sumar otra flota para garantizar el tránsito de buques por el canal de Suez. Sin embargo, y muy a pesar de los intereses de las grandes potencias occidentales, los ataques de los rebeldes de Yemen, uno de los países más pobres del mundo árabe, continúan y se han incrementado en las últimas semanas.
Los propios norteamericanos han tenido que reconocer que los Hutis, derribaron un dron MQ-9 Reaper de 30 millones de dólares con un misil artesanal, que no supera los 10.000 dólares de costo.
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Continúan atacando con misiles barcos comerciales y militares, principalmente norteamericanos, que se dirigen a Israel. El pasado 21 de febrero los Hutis anunciaron la captura de vehículos submarinos autónomos (AUV) de la Marina estadounidense, el Remus 600, de 1,3 millones de dólares, un dron submarino con forma de torpedo capaz de transportar una enorme carga útil de sensores. Tecnología que perfectamente podría terminar en manos iranies en corto tiempo.
De todos los frentes abiertos por Israel tras el inició de operación genocidio en Gaza, el que ha traído más problemas a las potencias occidentales es Yemen. De forma sorpresiva, un grupo rebelde de un país tercermundista y pobre, tiene en jaque a las principales potencias económicas y militares del mundo.
